Está llena de acción, con estupendas persecuciones, y es cine negro, con amenazas y chantajes de por medio, pero "El desconocido", la única representante española en el Festival de Venecia, es también cine de denuncia, que "surgió de la indignación", como señala su director, Dani de la Torre.

Una historia que sale de "todas esas estafas multitudinarias", del "sentir de la gente" que De la Torre palpa desde su trabajo en la televisión pública gallega y que refleja en una película que le debe todo al enorme trabajo de Luis Tosar, su protagonista absoluto.

En "El desconocido", que hoy abre, fuera de competición, la sección Jornadas de los Autores, dedicada al cine independiente en el marco de la Mostra de Venecia, Tosar es el director de una sucursal bancaria de La Coruña, implicado hasta el fondo en el escándalo de las preferentes.

Un personaje que el actor ha preparado tratando de entenderle porque "a un personaje el único que lo tiene que defender al final es el actor que lo interpreta, que es el que lo tiene que justificar bajo todos los conceptos", explica Tosar en una entrevista con Efe.

Ese mismo mecanismo de buscar una justificación es el que utiliza Carlos, el protagonista del filme. "Todo el mundo ha buscado una justificación para su manera de actuar, todo el mundo se monta una conciencia, que puede ser falsa o no, para poder seguir adelante".

Una historia social que se apoya en un lado visual muy potente, como resalta a Efe el realizador gallego.

"Como director soy muy visual, busco un poco el espectáculo para contar una historia, busco el lado atractivo y busco enganchar al espectador y que visualmente sea muy atractiva".

Un concepto muy americano que en un principio echo para atrás a los productores, que se convencieron al final gracias a la presencia de Luis Tosar.

"Al hacerla Luis, que todo lo que hace lo hace bien, quizás fue el elemento que desencadenó que los productores se animaran a hacer la película porque Luis tiene un don para sacar la verdad de las cosas. Tenemos la suerte de que Luis hace muy creíbles todas las tramas y hace que el guión encaje perfectamente", señala el director, rendido ante su actor protagonista.

Junto a él, destaca la labor de Javier Gutiérrez, el oponente con la fuerza necesaria para hacer frente a Tosar.

"El 'partenaire' de Luis tenía que ser alguien tan potente como él. Un tío que tiene contra las cuerdas al gran Luis Tosar tiene que ser un tío tan grande como él", señala el realizador destacando muy expresivamente que Gutiérrez no es alto pero tiene una gran fuerza.

Porque en el fondo, lo que De la Torre quería contar es una historia humana, la de "dos hombres peleando uno contra otro y casi por las mismas razones, por salvar la vida de sus familias, por luchar por lo suyo".

Una película que genere debate, que es el tipo de cine que a él le interesa.

"Nos sentimos un poco engañados con ciertas películas, después de toda la pirotecnia, ¿qué queda?, a veces sales del cine y ya te has olvidado".

Por eso, el quiere hacer películas que hagan discutir. "Que te permita cagarte en la madre que parió al director aunque sea , que dé para hablar algo y que cree una cierta reflexión en la sociedad".

Y con esta película, su debut en la dirección de largometrajes, De la Torre (Monforte de Lemos, 1975) ha conseguido llegar nada menos que a Venecia.

"Estoy flipando con todo esto, todavía no soy muy consciente, aún estoy asentándome tras el proceso de la película, el montaje, hacer los traillers, ni siquiera la he visto aún con público".

Ese primer pase será esta tarde, un evento ante el que se muestra "un poco nervioso pero muy ilusionado".

"Es un honor estar aquí y luego en San Sebastián con mi primera película, ni en mis mejores sueños. Es un orgullos para mí, pero me gustaría que hubiese más cine español aquí", dice sentado en la terraza de la villa de las Jornadas de los Autores, con el mar de fondo.

Pese a todo, asegura que tiene los pies en la tierra. "El 1 de noviembre tengo que regresar a la tele porque hasta ahora no he podido vivir del cine".