A las puertas de la gala de los Oscars 2018, la gran favorita, La forma del agua, ha visto como la sombra del plagio ensombrecía las 13 nominaciones, que atesora de cara al próximo 4 de marzo.

David Zindel, hijo del fallecido Paul Zindel, presentó hace unos días una demanda alegando que la producción de Del Toro no es sino plagio de la obra de teatro 'Let Me Hear You Whisper', escrita por su padre en el año 1969. Sin embargo, no es esta la primera vez que se denuncia un plagio en Hollywood o que simplemente el director de una nueva película reconoce su inspiración en otros largometrajes anteriores.

Por un puñado de dólares

En 1964, el italiano Sergio Leone firmaba este western con Clint Eastwood a la cabeza. Sería el inicio de su famosa trilogía sobre el Hombre sin nombre. La cinta presenta a un hombre que llega a un pueblo donde dos bandos se disputan el territorio. Es una versión no oficial de Yojimbo de Akira Kurosawa, protagonizada por Toshiro Mifune como un samurai que sigue el mismo camino. Kurosawa declaró que Por un puñado de dólares era "una buena película, pero fue mi película". Demandó con éxito a Leone y llegaron a un acuerdo extrajudicial.

Avatar

Con 2.027 millones de dólares de recaudación, Avatar sigue siendo la película más taquillera de todos los tiempos. Partiendo de un gran presupuesto, James Cameron consiguió crear una película fascinante y, sin ninguna duda, de récord. El tema es que esta historia ya había sido contada antes. Y es que Kevin Costner contó más o menos lo mismo con Bailando con lobos (1990), la épica cinta sobre los nativos americanos que lucharon contra los invasores blancos estadounidenses. En Avatar, la batalla simplemente pasa de la Tierra a una luna ficticia llamada Pandora.

Origen

Christopher Nolan asombró a medio mundo con sus viajes a los sueños para robar información en Origen. Sin embargo, la idea no era del todo original. Solo cuatro años antes, Satoshi Kon llevó a la gran pantalla algunas de las mismas ideas en una película animada titulada Paprika. Sus protagonistas también poseen máquina que permite entrar en los sueños de otros y cambiar así sus percepciones del mundo real. Una adaptación en acción real estaba en fase previa al desarrollo con Wolfgang Peterson al frente, pero el éxito de Origen la frenó.

Moonrise Kingdom

Moonrise Kingdom, una de las obras más reconocidas de Wes Anderson, narra la emotiva historia de dos niños que huyen de su pueblo natal. La película incluso estuvo nominada a mejor guión original en 2012. Sin embargo, su inspiración podría estar en una película soviética de 1964 titulada Welcome, Or No Violling. El protagonista de esta cinta es expulsado de su campamento y se escabulle por miedo a molestar a su abuela. Las consecuencias de sus actos se parecen, y mucho, a lo que años después narró Wes Anderson.

Doble cuerpo

En 1984, Brian De Palma quiso honrar a uno de sus mayores ídolos, Alfred Hitchcock, con Body Double. En Vértigo (1958), Hitchcock creó una historia de amor paranoica con Kim Novak como musa. De Palma reinventó la trama en la década yuppie de los 80 y con el emergente mundo del video porno como telón de fondo. La cinta también bebe de otras cintas como Crimen perfecto y La ventana indiscreta. No en vano, Brian De Palma fue el maestro de las versiones, adaptando satisfactoriamente Scarface y Mission Imposible.

Barb Wire

Dirigida por David Hogan y con Pamela Anderson como protagonista, Barb Wire se estrenó en 1996 con un sonoro batacazo entre la crítica. La película estaba ambientada en el futuro, 21 años después. Corre el 2017 y Estados Unidos vive su Segunda Guerra Civil. Pamela interpreta a la dueña de un club nocturno que asesina a cada hombre que osa llamarla "baby". Un día, un antiguo amante reaparece en su vida y ella tiene que enfrentarse a una decisión difícil para poder salvarlo. Una parte de la trama que se basa en el clásico Casablanca, de 1942, con Pamela en el papel de Humphrey Bogart.

Recuerdos

Si alguien ha inspirado a Woody Allen a lo largo de su carrera, ese no ha sido otro que Federico Fellini. El director italiano ha servido de guía al neoyorquino en varios de sus trabajos, pero especialmente destaca el caso de Recuerdos (Stardust Memories). La cinta de 1980 no es más que la versión de Fellini Ocho y medio (1962). Ambas películas coinciden desde la escena de apertura. Mientras Marcello Mastroianni está atascado en un automóvil, Allen lo está en un autobús. A partir de ahí, varias partes de las tramas son similares.

La gran belleza

Paolo Sorrentino filmó una de sus mejores películas en 2013, cuando La gran belleza se acabó llevando el Oscar a Mejor película extranjera. Se trata de una cinta llena de melancolía que actualiza el argumento de La dolce vita de Federico Fellini ubicándolo en la época de Silvio Berlusconi. Aborda la vida rutinaria, solitaria e insatisfecha de un escritor de 65 años, encarnado por el veterano Toni Servillo, que se mueve con su oficio de periodista a través de la decadente Roma.

El despertar de la fuerza

No pocos fans de Star Wars pensaron lo mismo al salir del cine a finales de 2015: El despertar de la Fuerza era igual, o al menos recordaba mucho, a Una nueva esperanza (1977). De acuerdo, cambian los protagonistas y vivimos en otra época, pero la historia es cíclica y recrea los mismos acontecimientos, aunque de manera ligeramente diferente. La saga galáctica echó a andar con la historia de un imperio malvado que amenaza con apoderarse del universo hasta que un grupo de rebeldes vuela su sede principal. El despertar de la Fuerza, narra lo mismo pero el grupo de rebeldes se reúne para volar los cuarteles generales del Imperio.

Cuentos de Tokio

Cuentos de Tokio (Tokyo Story) narra la vida de una pareja de ancianos a quienes sus familiares han rechazado. Está considerada la obra maestra de Yasujiro Ozu, uno de los directores nipones más influyentes de la historia. Sin embargo, su película no es original, ya que está basada en una cinta estadounidense de 1937 titulada Dejad paso al mañana (Make Way for Tomorrow). Ambientada en la depresión estadounidense, habla de un anciano matrimonio que reúne a cuatro de sus hijos para comunicarles que están arruinados y los van a desahuciar.