Nada, no hay manera. A RTVE le quitan 200 millones de su presupuesto. Soraya Sáez de Santamaría será un peluche pequeñito y sonriente, pero cuando se pone farruca no hay quien le tosa. Hace unos días tuvo una reunión con el Consejo de Administración de la Corporación, y le hicieron ver que 200 millones son muchos millones, que peligran algunas series, entre ellas 'Águila roja' y 'Cuéntame'.

¿Se inmutó la mujer más poderosa de España? Apenas movió su naricilla, aunque abrió los ojos como ella sabe abrirlos en momentos delicados, quizá temiendo que el conspirador cardenal Mendoza, un José Ángel Egido que parece nacido para el mal, se revuelva, le coma el tarro al comisario Hernán Mejías, y emprenda un movimiento ciudadano como no se ha visto hasta ahora. ¿Se imaginan un lunes sabiendo que Satur desaparece por ajustes presupuestarios? ¿Se imaginan un jueves sin la tranquilidad de seguir viendo crecer a Ricardo Gómez, ese Carlitos que es de la familia, que lo vimos en pañales, y ya ha descubierto que el pajarito hace pipí y otras cosas? Demasiado dolor.

Soraya, por lo que más quiera, piénselo. Seguro que sus magines dan con la tecla para no salirse del ajuste de las cuentas, seguro que su amiga Angela Merkel, por muy dura que tenga el alma, le da igual que se ajuste vía RTVE o vía menos diputados, senadores, administraciones, coches, tarjetas oro, consejeros, menos holgazanes, menos jetas, menos aprovechados, menos, o nada de dinero a la iglesia católica, que cuesta más, muchísimo más, que TVE, pero no toquen algunas cosas que alivian esta puta crisis. Porque es posible que la gente, harta, se levante y os coma a bocados. Si es por vuestro bien. Pensadlo.