Armadoras históricas suman capacidad por 11.000 toneladas con una docena de barcos

Gadimar adquiere un pesquero para Uruguay y repite estrategia de crecimiento en origen de Moradiña, Valiela, Vieirasa o Vaqueiro

Nutren a industrias con acuerdos “estables”

Uno de los barcos de Pesquerías Belnova, el Río Solís III.

Uno de los barcos de Pesquerías Belnova, el Río Solís III. / FDV

Lara Graña

Lara Graña

La compañía Pesquera Vaqueiro se constituyó a mediados de los años ochenta de mano de un marinero cangués, Jesús Baqueiro Gandón, convertido a armador. Opera los dos únicos buques de capital gallego que utilizan pabellón ruso, Severnaya Zemlya y Novaya Zemlya, bautizados en sus inicios como Arneles y Playa de Arneles, respectivamente. Con una más que activa estrategia de diversificación, este grupo familiar acaba de incorporar a sus filas el palangrero Helena Ndume, antes propiedad de Wofco bajo el nombre de Matilda. Con matrícula en la ciudad namibia de Lüderitz y operado por la sociedad mixta Honeyguide Investments, el pesquero faena ya merluza negra en las gélidas aguas antárticas. Este de Vaqueiro es un camino que han seguido en los últimos meses armadoras emblemáticas o históricas gallegas: compra de buques, incremento de volúmenes y un consiguiente mayor peso en la industria alimentaria. No son elaboradoras de pescado y habitualmente disponen de acuerdos “estables” con transformadoras de primer nivel para la venta de sus capturas. Valiela, Moradiña, Vaqueiro, Vieirasa, Gandón o Gadimar también han engordado recientemente su flota con una docena de unidades que suman más de 11.000 toneladas de arqueo bruto (GT o gross tonnage).

El Helena Ndume y su tripulación.

El Helena Ndume y su tripulación. / FDV

Con sede fiscal en Bueu, Gadimar es la que ha sellado la última incorporación. Se trata del Omake, ex Patricia Sotelo, que todavía luce pabellón de Namibia pero que pasará a operar en Uruguay. El Ministerio de Defensa Nacional del país sudamericano ya validó el traspaso después de haber realizado una inspección a la embarcación el pasado noviembre en los muelles de Pontevedra. El Omake hará compañía a dos arrastreros de la misma compañía que son habituales en el puerto de Montevideo, Paradanta Primero y Playa de Rodas, en ambos casos con pabellón de España y que operan en aguas internacionales del Cono Sur. Acaba de ser reformado y su casco luce ya los colores blanco y rojo. En Uruguay también recaló la apuesta de Moradiña, Pesqueras de Bon y Lersol (agencia marítima), que tomaron las riendas de la antigua filial de Pescanova Pesquerías Belnova. La multinacional de Chapela se desprendió de este activo al considerarlo no estratégico y esta alianza de empresas ocupó su lugar con dos unidades de arrastre: Río Solís II y Río Solís III, íntegramente reacondicionados. El objetivo de Belnova, bajo la dirección de Albano González, es de continuar creciendo en capacidad con la próxima incorporación de otras cuatro unidades.

Terranova

Esta estrategia de crecimiento de las armadoras, a contracorriente de las severas dificultades que está enfrentando el sector de elaborados, ha permitido también redescubrir el pulmón de una compañía como Valiela (familia Molares). José Carlos Molares Montenegro ya es el administrador único de Lootus, propietaria de tres unidades de renombre en el sector: Madrus, Novo Virgem da Barca y Lennuk. Hasta esta operación –supuso la salida de Lootus del controvertido armador portugués José Taveira da Mota– operaba únicamente con el Monte Meixueiro, después de haber perdido en un naufragio el Monte Galiñeiro en el año 2009. La transacción refuerza de forma decisiva el peso de Valiela en el caladero de NAFO, donde ya cuenta con casi el 25% de la cuota disponible de bacalao de España.

Uno de los dos barcos de Pesquerías Belnova, el Río Solís II

Uno de los dos barcos de Pesquerías Belnova, el Río Solís II / FDV

Es un caladero que conocen muy bien en Gandón (antes Hermanos Gandón) gracias a la experiencia de buques como Ana Gandón o Esperanza Menduiña. La armadora de O Morrazo invirtió cuatro millones de euros en adquirir la mitad de Pesquera Cruz del Sur, filial de Grupo Fandicosta en Argentina con dos unidades poteras. Pero la severa crisis de las empresas de Ángel Martínez Varela han puesto a Gandón al frente en solitario de esta sociedad: opera los barcos Patagonia Blues y Domaio (ex Xin Shi Ji 18). El caso de Vieirasa, por último, fue uno de los primeros en emprender este camino de crecer en alta mar poco antes del COVID. Sin actividad ya de elaborados – “yo quiero ser armador”, como defiende Eduardo Vieira–, la incorporación de los buques Praia da Marosa o Abrela en Senegal le han permitido aprovechar las oportunidades y reforzar su condición de pesquera histórica.

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