Las empresas despliegan escudos contra la inflación con convenios sin revisión salarial

El Instituto Nacional de Estadística (INE) divulgará la próxima semana el indicador de inflación correspondiente al mes de abril. El dato adelantado (3,3%) exhibe una nueva subida en los precios a causa de los costes energéticos y los alimentos. Eso sí, salvo catástrofe –u otra andanada bélica o pandemia mundial–, quedaron atrás tasas de dos dígitos que forzaron una acción casi coordinada de los bancos centrales a nivel global para contener la escalada. A lo largo del ejercicio 2023, y ante la fuerte pérdida de poder adquisitivo de los asalariados, cogieron fuerza en Galicia los convenios colectivos con cláusula de revisión salarial. Funcionan como una especie de escudo antiinflación: si se pacta una mejora salarial del 2% y el IPC cierra en el periodo de aplicación en el 3%, estas cláusulas pueden permitir a los trabajadores recuperar ese punto extra adicional de subida y no perder capacidad de compra. Esos parapetos han perdido fuelle: de los 25 grandes acuerdos sellados en la comunidad en lo que va de año –publicados en el Diario Oficial de Galicia (DOG) o los boletines provinciales–, solo cuatro de ellos tienen una salvaguarda de este tipo.

El convenio colectivo del sector de Derivados del cemento de Pontevedra es de aplicación para 621 personas, como consta en el Registro de convenios y acuerdos colectivos del Ministerio de Trabajo. Para 2024 incluye una subida salarial fija del 1% con una parte variable que fluctuará en función del consumo de cemento, con lo que a mayor actividad de las empresas mayor será el alza en los sueldos. Teniendo en cuenta este factor variable, el salario subiría en conjunto entre un 2,25% y un 4,5% (en caso de consumos superiores a las 24 millones de toneladas). También constan vínculos directos con el IPC, como en el caso del Hospital Ribera Povisa (1.487 empleados), cuyo sueldo se revaloriza conforme al indicador real de precios de 2023.

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Hay dos aspectos importantes que destacan de la lectura de los convenios publicados. El primero, que las revalorizaciones salariales son, en general, significativas, como el 4% reconocido para los empleados de transporte de enfermos accidentados (2.026 personas) o de Copo Ibérica (233 trabajadores); el segundo, que despliegan una valla de seguridad ante un eventual frenesí inflacionario. No solo por la ausencia de cláusulas de revisión salarial, sino por el contenido de los acuerdos. Es el caso del convenio de comercio vario de la provincia de A Coruña, que afecta a más de 35.600 asalariados. Para el periodo 2023-2025 fija una subida en las retribuciones acumulada de doce puntos; en caso de que la inflación superase finalmente ese umbral sí habría un retoque en las nóminas, pero “sin ningún tipo de atrasos y con la limitación de un punto sobre el incremento salarial pactado cada uno de los años”. Idéntica posición de Quirón Salud, con un alza pactada del 3% pero capada al 4% en caso de desviación del IPC.

Son rara avis las empresas y sectores, por tanto, que fijan una cláusula de revalorización. Tres son firmas industriales (Denso, Faurecia Automotive España y Televés) y el cuarto corresponde al convenio de oficinas y despachos de A Coruña (5.800 asalariados). El acuerdo Denso, que acaba de quedar fuera de la plataforma STLA del coche eléctrico de Stellantis Vigo, estipula que “si el IPC real de los años 2023, 2024 y 2025 fuese superior al incremento pactado para cada uno de esos ejercicios, la diferencia resultante se aplicará de forma automática a las tablas salariales de los años 2024, 2025 y 2026”; tiene 354 trabajadores. La revisión salarial en Faurecia (369 empleados) se ejecutará a cierre de cada año, y la diferencia (de haberla) se abonará en una paga no consolidable. “Se aplicará una garantía de revisión en el último trienio de IPC real +0,5%, aplicado sobre la última tabla vigente”, expone el convenio de Televés, con 377 personas en plantilla.

Versus pensiones

La estadística del Ministerio de Trabajo arroja una revalorización media hasta marzo en Galicia del 3,16%, para los salarios pactados en convenio, singularmente superior a la del conjunto de España (2,91%). Es una tasa que dista en tres décimas de las acordadas a lo largo de 2023 (3,45% promedio) y que queda muy lejos, sobre todo, de la revalorización de las pensiones públicas. Por más que los convenios colectivos incluyan mejoras en las retribuciones, en ningún caso pueden alcanzar las subidas en las prestaciones, blindadas con el IPC. A lo largo de 2023 la pensión media en Galicia experimentó un alza del 9,82%, por ese matrimonio con el indicador de precios, seis puntos superior a lo que acordaron empresas y sindicatos para los convenios colectivos. La prestación media entre enero y abril cosechó otra subida singular, del 5,17%, frente al 3,1% promedio de los convenios firmados en el primer trimestre (no hay datos estadísticos todavía de los acuerdos del mes de abril).

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