De los nuevos tiempos tenemos nuevas maneras de entender la viticultura y la producción de vinos. Por eso podemos encontrarnos con un ejemplo como el que hoy lestraigo aquí. Nada de solemnidades. Vinos agradables que se puedan beber en la barra de un bar, comiendo, sin tener que sufrir sobresaltos, y que a la vez nos hagan disfrutar expresando la realidad de donde proceden. Vinos construidos con la ayuda de un bodeguero, mediante especialistas, y que dan como resultado jóvenes vinos, sin más pretensión de ser alegres, bebibles y rentables para las dos partes.

En la zona de La Seca, en Valladolid, Bodegas Neo tiene algunas parcelas de cepas de verdejo, con una edad de 35 años. Junto a ellos dos grupos empresariales, uno formado por los emprendedores de La tintorería, tienda de vinos en Madrid y los cocineros de la Taberna Arzábal, que han decidido crear un vino de verdejo con personalidad propia.

TERRIBLE 2011 VERDEJO está pensado para que quien se acerque a beberlo encuentre que la verdad no tiene que vestirse de ribetes complicados. Podría parecer que querer mostrar pocas complicaciones fuese una posición alejada de la calidad. Pero llegar a un vino que nos produzca sencillamente alegría, frescura, ligereza, con una nariz potente es una verdad que puede que algunos productores no lleguen a entender, pero que a más de uno le habrá sorprendido, porque acercarse noblemente a la sencillez es toda una propuesta que puede resultar muy positiva.

Rueda es una zona vinícola de la que algunos han copiado solo el falso prototipo. Ni el espíritu, ni la tendencia real. Ni si quiera el perfil de unos vinos que pudiendo ser modernos, contemporáneos Porque muchos bodegueros no quieren profundizar. Y aquí es onde comienzan las diferencias con éste concepto que TERRIBLE trae en un piel limpia y aromática.

La lección podría ser: terrenos buenos, cepas con una considerable carga de tiempo, un tratamiento de la uva muy cuidado, y luego apenas un remirado en la bodega.

El panorama no tiene que llenarse de vinos encorsetados por modas, fríos de mentalidad, delgados como top model que solo sirven para llevar encima prendas imposibles de usar en la calle. Aquí lo que tenemos es un vino que desde el primer momento nos agrada, porque es fácil de beber, con la complicación que tiene esto. Porque fácil de beber quiere decir que no es un vino para meditar y tratar de encontrarle tres pies al gato. Sino que queremos que el ronroneo del gato se oiga desde el primer momento que lo vemos, cuando o escanciamos en la copa, cuando nos lo acercamos a la nariz y lo probamos, y queremos seguir oliéndolo y seguir probándolo, con lo que tenemos a manos, ya sean unos mejillones, ya sean unas patatas fritas, o un plato más elaborado. Vinos de barra que acompañan la vida, y que se habían perdido por cierto deseo de complicar las cosas y envolverlas en un manto que nos dejaba muchas a veces a oscuras.

TERRIBLE 2011 VERDEJO es una provocación para mostrar que lo sencillo y lo cotidiano pueden tener el don de la perdurabilidad. Para ofrecer alegría para quien quiere beber sin tener que desembolsar cantidades astronómicas. Es un vino para muchos días, para muchos momentos, para múltiples circunstancias. Un vino sin formalismo pero con un fondo de armario importante, porque de donde no hay no se puede sacar, y aquí hay territorio, hay uva, hay una elaboración precisa y justa, y además una cordialidad que se trasmite en las gotas que nos perfuman la vida de sinceridad y buenos gestos.

No tenemos que cargar con gestos pretensiones. Esta es una acción directa. Una verdad brillante que nos alivia, y nos regala la boca de un sabor auténtico.