La carne de pavo cruda se contamina fácilmente, por lo que hay que seguir unas normas higiénicas y de conservación para evitar cualquier trastorno digestivo. Para ello, hay que mantenerla siempre en el frigorífico o congelador y separada del resto de alimentos.

Descongelar el pavo en el refrigerador o en el microondas, nunca a temperatura ambiente. Lavarse las manos y los utensilios (tabla de cortar y los cuchillos) después de manipular la carne.

Así se prepara:

Las pechugas de pavo se cortan en filetes muy finos y salpimientan. Se le quitan al jamón serrano sus partes grasas.

Sobre cada filete de pavo se coloca una loncha de jamón serrano, se enrollan y se atan individualmente o se les pone un palillo, para que no se deshagan. Se fríen en una sartén con dos cucharadas de aceite.

En la misma sartén, se vierte el vaso de vino, el de agua y las cucharadas de maicena. Se deja cocer a fuego lento durante 25 minutos, hasta que la salsa quede suficientemente espesa.

Se liberan los rollitos del hilo de bramante, o del palillo, y se cortan en lonchas de un centímetro de grosor, aproximadamente. Se disponen sobre una fuente y, a continuación, se riegan con la salsa. Se sirve todo bien caliente.

Ingredientes para 4 personas

1/2 kg de pechuga de pavo, 150 g de jamón serrano en lonchas finas, 2 cucharadas de aceite de oliva, 2 cucharadas de maicena, 1 vaso de vino blanco, 1 vaso de agua, pimienta, sal.