Para luchar contra una enfermedad o plaga, lo mejor es conocerla. Esto es lo que pretende el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El grupo de viticultura de la Misión Biológica de Galicia, con el apoyo de la Fundación Juana de Vega, ha analizado desde el año 2012 y lo seguirá haciendo hasta 2015 tres tipos de hongos que más daño hacen a las vides en la comunidad: mildiu, oidio y botrytis.

"Nos interesaba saber si dentro de cada hongo había diferentes razas. En ese punto, ya hemos tenido resultados. En el caso del mildiu, hemos encontrado cinco razas diferentes en cada una de las denominaciones. En el caso de botrytis, localizamos dos razas distintas; una de ellas estaba en las cinco denominaciones de origen y otra solo se encuentra en Rías Baixas; y en caso del oidio solo localizamos una raza en todas las denominaciones", explica Carmen Martínez, jefa del Grupo de Viticultura.

Los científicos han analizado la presencia de esporas de estos hongos en el aire y han concluido que"la mayor concentración de esporas se da con la botrytis en todas las denominaciones estudiadas". Sin embargo,"la mayor incidencia de oidio la han visto en Ribera Sacra".

Un dato curioso de este estudio es que"cuando se incrementa la concentración de esporas en un hongo parece que disminuía la concentración en otro, pero es un tema que debemos estudiar más a fondo", apunta Carmen Martínez." Esto permitiría a la bodega tratar más o menos determinadas zonas", apunta la doctora, quien agrega que "aunque haya una concentración alta de esporas en el aire, que estas entren en la cepa y la dañen depende de las condiciones climáticas en la zona. El punto de rocío importa más que la lluvia caída; también importa la temperatura".

La evolución de precipitaciones, rocío, temperaturas y niebla afecta a la incidencia de los hongos. Desde la Misión Biológica, apuntan que "el año pasado hubo pocos ataques de mildiu porque las temperaturas fueron más bajas de lo habitual en determinados momentos".

El próximo paso de estos científicos será inocular las muestras de hongos en las cinco variedades (godello, treixadura, albariño, mencía y dona blanca) para ver el nivel de agresividad que presentan en cada una. Se prevé que los datos finales se obtendrán en 2015 cuando finalice el proyecto.