Las 42 casetas que reparten los vinos en el paseo de A Calzada están, continuamente, rodeadas de gente. Tanto por la mañana, pero sobre todo a partir de las 20 o 21 horas de la tarde y hasta bien entrada la noche -trabajadores cuentan que están cerrando casi a las cinco de la madrugada-, decenas de vecinos de Cambados y turistas que visitan la localidad, disfrutan de un buen albariño en alguna de las casetas.

"En la noche del miércoles la verdad es que había mucha gente y hoy -por ayer- parece que también la va a haber", comentaba José Rey, uno de los dependientes de una bodega.

"Esta es una fiesta para disfrutar, para pasárselo bien y es lo que hacemos", contaba ayer Carla Falcón, una vecina cambadesa que desde hace cinco años trabaja en Barcelona, pero hace coincidir siempre sus vacaciones en estas fechas.