Cualquier comida se nos puede atragantar alguna vez en la vida si comemos rápido, no masticamos como es debido, nos dan una mala noticia o por un sinfín de razones más. Sin embargo, existen ciertos alimentos que deben tomarse con precaución, especialmente cuando se trate de dar de comer a los más pequeños de la casa.

Las palomitas de maíz

No hablamos de la parte blanca de las palomitas, si no de los granos duros que quedan sin explotar o de la parte marrón. De hecho, un estudio publicado en 2010 por la Academia Americana de Pediatras (AAP) aseguró que este alimento esa una de las principales causas por asfixia en menores. En los adultos la cosa puede complicarse al tomarse normalmente mientras vemos una película y no prestamos atención a lo que comemos.

Las salchichas

Ese mismo estudio de la AAP catalogaba a las salchichas como el alimento más peligroso para los niños. Esto se debe a que este alimento procesado tiene el tamaño y la forma perfecta para encajar en las vías respiratorias y bloquearlas completamente.

Los frutos secos

Los anacardos, las almendras, las nueces, los pistachos? seguro que alguna vez te has atragantado con uno de ellos. Los frutos secos son tan duros y difíciles de masticar que es muy fácil que un trozo de tamaño considerable pase las vías respiratorias. De hecho, la Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda no dar frutos secos a los niños menores de tres años, aunque otros expertos amplían esa edad hasta los cinco años.

La carne

Este alimento, especialmente los trozos que no son tiernos y tienen nervioso o grasa, resulta difícil de masticar para los niños o para las personas con dentadura postiza. Para evitar sustos lo mejor será cortarla en trozos pequeños y masticarla bien antes de tragar.

Las cerezas

Los huesos de esta fruta tan deliciosa y típica de esta época del año pueden deslizarse fácilmente por nuestra tráquea y terminar en lugares no deseados. Este es, junto con las uvas y sus pepitas, uno de los alimentos que los pediatras no recomiendan dar a los niños menores de tres años.

La zanahoria cruda

Por muy beneficiosa y recomendable que sea esta hortaliza, hay que tener cuidado cuando se come cruda. Y es que la zanahoria es uno de esos alimentos que por mucho que lo mastiques no se reblandece, pudiendo obstruir las vías respiratorias si se nos va por mal sitio.

Los huesos y las espinas

Aunque sea una de las partes más obvias de la lista, no está de más recordar que los huesos y las espinas son una de las principales causas de atragantamientos. Por eso es importante retirar bien los huesos pequeños del pollo o las espinas del pescado, especialmente cuando se trata de dar de comer a los más pequeños.