Han rebajado la cantidad de pulpo hasta la media tonelada porque este año quieren centrarse en la velocidad, y reducir notablemente los 18 minutos y 24 segundos que necesitaron el pasado para picar cerca de 750 kilos de cefalópodo. "El reto en esta ocasión es hacerlo en menos tiempo, de forma que el pulpo no se enfríe y pueda ser degustado con todo su sabor ", explican desde la organización que cada año se propone que O Carballiño pueda presumir de elaborar la tapa de pulpo más grande del mundo. Sin embargo, no cambiarán las dimensiones del plato de madera de pino en el que se dispondrá el cefalópodo esta tarde a partir de las 20.00 horas, que será cuando empiece el evento.

Una treintena de pulpeiros y pulpeiras serán los encargados de picar las 1.500 tapas pequeñas que pueden llegar a salir de esta ingente cantidad de pulpo. Pero el proceso empezará mucho antes, a las 12.00 horas del mediodía, con el traslado del plato hasta la Praza Maior de O Carballiño en un camión con grúa. Después, se procederá a cocer el animal en calderas de cobre para posteriormente intentar cortarlo y aderezarlo con sal gorda, aceite de oliva y pimentón en un tiempo récord.

El trabajo de los cortadores no finalizará hasta las 22.00 horas de la noche, cuando termine la distribución del pulpo en pequeñas tapas que se venderán a un precio de 5 euros junto con un vaso de vino, un trozo de pan de Cea y un dulce de chocolate, así como el regalo del propio plato.

También este mediodía, el consistorio de O Carballiño será escenario de un homenaje a los antiguos propietarios de la heladería La Ibense, que recibirán los honores del concello "por toda una vida de trabajo". Un acto que también se incluye en la programación de la 55ª edición de la Festa do Pulpo.