O Carballiño lo ha vuelto a hacer. Sus pulpeiros han elaborado la tapa de pulpo más grande del mundo y en un tiempo récord de 10 minutos y 56 segundos. La Praza Maior carballiñesa esperaba expectante y abarrotada, minutos antes de las ocho de la tarde, a que los más de 30 especialistas cortadores abordaran la hazaña.

Y no defraudaron. Cortaron y aderezaron con sal, aceite y pimentón un total de 500 kilos del cefalópodo que dispusieron, haciendo gala de un gran trabajo en equipo, en un plato gigante de madera de pino de un diámetro de 5,37 metros. Mientras unos se encargaban de llevar el pulpo de los calderos a la tapa, otros cortaban y unos terceros esparcían los pedazos con espumaderas por todo el plato.

El secreto de su rapidez lo desvelaba Isaura García, presidenta de la Asociación de Pulpeiros y Pulpeiras de Arcos, después de haber conseguido el reto: "Nosotros llevamos haciendo esto casi desde que nacemos, lo hemos mamado", aseguraba mientras miraba satisfecha a todos sus compañeros.

Y confesaba que no hay lugar para los nervios, a pesar de haber sido el centro de todas la miradas. "Ni siquiera me lo tomo como un trabajo o una presión, es algo que me gusta muchísimo. Hasta me parece divertido", reconocía.

GALERÍA | Así se elaboró la "megatapa" de pulpo. // Brais Lorenzo

Entre los protagonistas de la tapa también se encontraba el alcalde de O Carballiño, Francisco Fumega, que recalcaba la importancia de este sector económico. "Es fundamental, de él viven más de 200 familias", destacó. Con respecto a la iniciativa, surgida de los propios pulpeiros de Arcos en 2009, Fumega reconoce que "es tan mediática y nos permite llegar así a tanta gente, que nos da una publicidad que nosotros nunca podríamos pagar".

Una vez realizada la proeza, y sin darle tiempo al pulpo a que se enfriase, se empezaron a repartir entre los asistentes las más de 1.500 raciones de tamaño normal que obtuvieron de la gigante. Así, los que se acercaron a O Carballiño pudieron disfrutar por un precio de cinco euros de un menú que también incluyó un vaso de vino, un trozo de pan de Cea y un postre de chocolate.

El objetivo de esta edición era conseguir un tiempo de picado que supusiese un récord, por eso redujeron la cantidad de pulpo con respecto al año pasado en cerca de 250 kilos. Con todo, volvieron a batir su propio registro con respecto a la edición de 2015, en la que se troceó el mismo número de kilos. Por aquel entonces, los pulpeiros y pulpeiras necesitaron un minuto más que este año para completar la tapa.