La moda de los "superalimentos" ha llenado muchas despensas de productos exóticos que prometen propiedades casi extraordinarias. Sin embargo, no siempre es necesario recurrir a estos "milagrosos" productos para llevar una alimentación saludable y completa.

Muchas veces el marketing que se esconde tras los "superalimentos" oculta verdades a medias. El nutricionista Jose Álvarez Cañada explica que las bayas de Goji, por ejemplo, presumen de poseer una cantidad muy concentrada de vitaminas y antioxidantes que, en realidad, nuestro organismo no es capaz de absorber en su versión deshidratada. Otro ejemplo son las semillas, cuya cáscara nuestro cuerpo no es capaz de asimilar y la mayoría de sus nutrientes -situados en su interior- pasan por nuestro tracto digestivo sin ser utilizados.

No es oro todo lo que reluce. Pero, además, necesitamos los micronutrientes en cantidades más pequeñas de lo que nos hacen creer, por lo que quedarían cubiertos los requisitos mínimos en una alimentación equilibrada. Las vitaminas y minerales que se ingieran en exceso serán eliminados. "Lo único que hacen los superalimentos", bromea Álvarez Cañada.

Estos son cinco productos que consumen los gallegos y que no tienen nada que envidiar a otros alimentos más exóticos. No solo porque contribuyen a cubrir las necesidades diarias de macro y micro nutrientes, sino que además están buenísimos.

1. Pimientos de Padrón. "Uns pican e outros non", pero como todos los pimientos, su gran contenido en agua los hace un alimento bajo en calorías: 20 kcal por cada 100 gramos sin freír. Este alimento es alto en vitaminas C y E, ácido fólico y también en betacarotenos, que ayudan a potenciar el bronceado.

2. Pulpo. En 100 gramos del cefalópodo más gallego hay 51 kcal, casi todas procedentes de proteínas, ya que es muy bajo en grasa y no contiene carbohidratos. Entre los micronutrientes que posee destaca el calcio -aunque gran parte de este mineral se pierde en la cocción- y vitamina A (retinol), necesaria para la vista y la piel.

3. Castaña. Seguro que nunca te habrías imaginado que un magosto es una inyección de nutrientes. Las castañas son bastante energéticas -100 gramos de castaña cocinada tiene 195 kcal-, pero lo cierto es que este alimento es rico en varios minerales. Destacan por aportar potasio, necesario para el equilibrar el pH celular, fósforo (mineral más importante después del calcio) y también es rico en magnesio, fundamental en la síntesis de proteínas. Por otra parte, este producto proporciona fibra e hidratos de carbono, principal fuente de energía de nuestro organismo utilizada por el celebro y los músculos.

4. Mejillón de la ría. Aporta proteínas, hierro hemo -se absorbe mejor que el no hemo, procedente del reino vegetal- y iodo, importante en el correcto funcionamiento de las hormonas tiroideas. Este molusco también es rico en selenio, que produce enzimas antioxidantes que previenen el daño celular.

5. Sardinas. Cada "sardiñada" de la noche de San Juan tiene más nutrientes que la cucharada de chía en tu desayuno. Este pescado azul aporta una buena ración de proteínas y grasas saludables, en especial Omega 3. También es alto en fósforo y vitamina B12, necesaria para el cerebro. Además, contiene riboflavina (vitamina B2), que actúa en la formación de glóbulos rojos o regula la actividad de las enzimas tiroideas entre otras funciones.