Ya lo dice el refrán desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo. Llevamos años pensando que para adelgazar podemos atiborrarnos a comida durante las primeras horas de la mañana sin remordimientos. ¿Pero es cierto que podemos desayunar tres ´donuts´, cenar una ensalada y bajar de peso tal y como afirma el popular dicho?

Los expertos tienen clara la respuesta, no. La comida más grande debe ser la que hacemos entre las 13:00 y las 17:00 horas, gracias a que este horario nos permite hacer la digestión con tiempo suficiente e incluso realizar ejercicio después como salir a dar un paseo, ir al trabajo en bicicleta o correr por el parque.

Como es evidente, si queremos bajar unos cuantos kilos tampoco nos vale comer cualquier cosa durante este tiempo. Debemos cocinar nosotros mismos la comida para elegir productos de calidad y por supuesto, evitar los procesados, cargados de grasas saturadas y sal que perjudican gravemente nuestra salud.

Nuestro primer y segundo plato han de estar compuestos por una gran variedad de verduras y al menos tres veces a la semana por legumbres y pescado. El consumo de carne debe ser ocasional y tenemos que priorizar, en la mayoría de ocasiones, las carnes blancas, dejando las rojas para celebraciones especiales.

Olvídate de las natillas o tartas de chocolate como postre sólo porque en este horario podemos comer más. Si quieres volver a recuperar tu talla la fruta será tu mejor aliada. Los lácteos tómalos siempre ´light´ y no los endulces con azúcar refinado. La melaza o la miel te aportarán muchos más beneficios.

¿Qué cenar?

A partir de las 17:00 horas debes tener mucho más cuidado con lo que ingieres. Si no aguantas hasta la cena sin comer, pica a media tarde un tentempié sano como una manzana o puñado de frutos secos tostados pero sin sal. Son alimentos muy saludables con los que conseguirás llegar al final del día sin tanta hambre.

Es una creencia muy extendida pensar que con una ensalada tenemos una cena perfecta. Pero los nutricionistas llevan tiempo advirtiéndonos que la lechuga retiene muchos líquidos por lo que es mejor evitarla a estas horas de la noche. Las cremas de verdura y el pescado a la plancha son la opción más inteligente. Además, de vez en cuando tienes que permitirte un pequeño capricho para no tener la sensación de que estás a dieta permanentemente.