Ayer Salceda de Caselas estaba de celebración por partida doble. Por una parte se festejaba el día de la tradicional cita gastronómica con los callos, y por otra parte los 25 años de esta fiesta gastronómica, con la que los salcedenses disfrutan cada primer domingo de septiembre. Así, con motivo de dicha celebración, todo estaba listo para que a partir de las 9.30 horas nadie se quedase sin su ración de callos.

Los comensales se concentraron en la Plaza del Concello de Salceda, donde una carpa los protegía del sol y unas largas mesas servían de punto de apoyo para posar los platos de callos y también entablar conversación con el vecino de al lado. Porque además de comer los callos, dicha fiesta también da pie a los debates y a las charlas, con el sonido de la charanga como hilo musical.

Madrugadores

Aunque a primera hora de la mañana los más madrugadores ya estaban cogiendo sitio, el aforo se consolidó a partir de las 12.00 horas, cuando el alcalde, Marcos Besada, rodeado del resto de la corporación municipal, dio la bienvenida a todos los invitados a las Bodas de Plata de la Festa dos Callos. En su discurso Besada quiso hacer hincapié en esos 25 años en los que "en Salceda siempre se tomaron callos los domingos" y también en la posibilidad de que en la próxima edición dicho evento sea una Fiesta de Interés Turístico en Galicia.

Además, el alcalde tampoco se quiso olvidar de la señora Carola, precursora de dicho plato tradicional, de Alejandro Alonso, alma mater en el cocinado de los callos durante este medio cuarto de siglo, de los voluntarios, más de 50 personas que hacen posible que todo esté a punto, y de los que "ya no nos acompañan hoy pero sin duda están en nuestros pensamientos". A todos ellos el alcalde de Salceda de Caselas les dedicó unas palabras y dio paso al pregonero, Suso Vaamonde, al que calificó como "uno de los mejores gaiteiros del país".

Por su parte, Vaamonde comenzó su pregón contando una anécdota personal: "Esta mañana, al salir de casa, un vecino me preguntó si iba de boda, y después de pensarlo un poco le respondí que sí, que iba a unas bodas de plata".

Durante el pregón este gaiteiro y showman, fundador del trío Vaamonde, Lamas & Romero, también aseguró que "los músicos somos los más adecuados para hablar de los callos porque somos los primeros en probarlos a primera hora de la mañana, cuando acabamos de tocar", motivo por el cual, como autodenominado catador de callos, fue tajante al manifestar que deberían llamarse "callos á galega" porque "en Madrid los callos no llevan ni chorizo, ni garbanzos, ni nada".

"En primera división"

Tras estas palabras, antes de finalizar su pregón Suso Vaamonde clamó que "los callos gallegos compiten en primera división y ganan la Champions" y, después de aconsejar a todos que no marchasen sin probar los callos, adoptó de nuevo su papel de músico y tocó una pieza con la gaita dedicada a la Festa dos Callos.

Así pues, los asistentes, donde no solo había salcedenses, le hicieron caso y las colas para recoger los callos parecían infinitas. Sin embargo, la espera merecía la pena porque la recompensa era un plato de callos, pan y una taza de vino tinto del Condado, todo por 8 euros. Aunque también había callos sin gluten para celíacos y callos por 6 euros para los que preferían tomarse este plato tranquilamente en casa.

La fiesta apenas dio un respiro y durante todo el día se sirvieron hasta 21.000 raciones de callos, que fueron preparadas en cuatro ollas gigantes, cinco con la pota sin gluten, desde las 2.00 horas de la madrugada del domingo.

Así, todo ello consiguió que nadie ayer en Salceda se quedase con mal sabor de boca y que todos disfrutaran de las bodas de plata de una fiesta que ya está pensando en las oro.