¿Te ha sobrado bastante pan del día anterior y te da pena tirarlo? No te preocupes, hay varias formas de aprovecharlo. Torrijas o sopa de ajo son algunas de las recetas con las que le puedes dar una segunda vida a ese pan, tal y como hacen las abuelas desde hace cientos de años.

Otras ideas útiles es hacer tu propio pan rallado o picatostes, perfectos para enriquecer tus cremas o sopas.

Pero si lo que quieres es volverlo a usar para acompañar tus comidas o hacerte un bocadillo, no desesperes porque también es posible volver a recuperarlo y obtener una barra crujiente como si la acabases de comprar. Tan solo necesitas el pan duro, un poco de agua y el horno… y 5 minutos.