El bacalao se corta en trozos regulares, se lava en abundante agua y se sumerge en un recipiente amplio. Se mantiene a remojo durante 24 horas y se cambia el agua tres o cuatro veces.

Cada vez que se cambia el agua se lavará el bacalao y el propio recipiente. Una vez desalado, el bacalao, se pone en una cazuela junto con el perejil y el laurel y se cubre con agua fría. Cuando comience a hervir, se retira del fuego y se deja durante cinco minutos dentro del agua.

Se escurre, se le quita la piel y las espinas, y se desmenuza. El bacalao se pone en un bol y se le añade la nata líquida, una pizca de pimienta, se rocía con unas gotas de zumo de limón y se echan un par de cucharadas de aceite templado.

Se mezcla todo bien y se reserva. Las rebanadas de pan se tuestan en el horno o en una tostadora. Sobre cada rebanada se pone un poco de la bracada de bacalao y se adorna con una hojas de perejil. Sin más, se sirve.

Ingredientes para 4 personas

600 g de bacalao, 1 taza de nata líquida, 1 vaso de aceite de oliva, 3 dientes de ajo,

1 hoja de laurel, 1 ramita de perejil, unas gotas de zumo de limón, pimienta, sal.

Para la guarnición:

8 rebanadas de pan de molde o tostadas, 2 ramitas de perejil.