El pasado domingo Laura Matamoros era evacuada de 'Supervivientes' tras sufrir una aparatosa caída mientras recogía leña con algunos de sus compañeros. El equipo médico se vio obligado a trasladarse hasta la playa para llevarse a la concursante que no podía ni moverse.

La organización decidió someter a la hija de Kiko Matamoros a diferentes pruebas médicas para conocer su estado de salud y descubrir si su continuidad en el concurso peligra.

Se esperaba que fuera este pasado martes cuando el programa, después de dos días aislada de sus compañeros, informara sobre la última hora del estado de salud de Laura Matamoros, pero el programa avanzaba y no se iban conociendo detalles sobre lo ocurrido.

Cuando ya había pasado bastante de tiempo de emisión, Carlos Sobera se vio obligado a tomar la palabra para aclarar lo que estaba ocurriendo con Laura. "Teníamos previsto conectar con ella. No ha sido posible porque ha estado todo el rato en el hospital sometida a pruebas para que los médicos puedan tomar una decisión sobre su estado", anunció.

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"Lo que han descartado los médicos, esto sí que lo sabemos, es que tenga cualquier tipo de fractura. Pero le siguen haciendo pruebas para saber cuál es el alcance de las lesiones que tiene y, en cuanto tengamos los datos, podremos comunicar si puede seguir en el concurso o si, en contra, no va a poder seguir. Bueno, pues esto lo sabremos probablemente, espero que sea así, el jueves", terminó diciendo.

Unas palabras que han hecho sospechar a los espectadores que el programa está preparando algo similar a lo que hicieron con Claudia, que fue retenida en Honduras hasta el día de la expulsión para luego, tras saberse el veredicto del público, comunicarle que tendría que haber abandonado igualmente por prescripción médica.