Curas, el milagro de la multiplicación : "Tenemos 173 sacerdotes para 735 parroquias, pero siempre hay uno cerca en el rural"

-“No podemos oficiar misas en todas ellas, pues hay curas que tiene 13 iglesias parroquiales a su cargo” explica el vicario de pastoral

- Podrían jubilarse o “renunciar” a los 75 años, pero la mayoría sigue, ante la falta de relevo, algunos con 90 años

Misa de celebración de la festividad del clero, ayer, en el Seminario Mayor.

Misa de celebración de la festividad del clero, ayer, en el Seminario Mayor. / Iñaki Osorio

En la era de la despoblación demográfica y de dotaciones del rural ourensano, allí donde no quede un cajero o una farmacia “habrá seguro un párroco cerca, para atender a los vecinos” explica Francisco Pernas de Dios, vicario de pastoral de la diócesis de Ourense. Este sacerdote es el encargado del clero diocesano, que celebró ayer el día de su patrón, San Juan de Ávila. Un acto de hermandad y misa oficiados por el obispo, Leonardo Lemos en el que varios sacerdotes celebraron sus 25, 50 y 60 años de su ordenación sacerdotal. Más de medio siglo vistiendo los hábitos.

El Obispado celebra el día del clero en minímos históricos: 173 sacerdotes atienden 735 parroquias | IÑAKI OSORIO

Celso Rodríguez, párroco de O Couto (60 años como sacerdote) / Iñaki Osorio

Un clero heroico, cuyos efectivos está a medio camino entre la vocación “y el milagro” según reconoce el vicario, pues hay en la actualidad 173 sacerdotes en activo para atender las necesidades de 735 parroquias. Cierto es que no todas pueden ser atendidas, ni siquiera semanalmente, pero se crearon unidades parroquiales para repartirlas, o que supone que un párroco aglutina de 6 a 12 a 13 parroquias, y distribuye el trabajo como puede.

El Obispado celebra el día del clero en minímos históricos: 173 sacerdotes atienden 735 parroquias | J.R.

Paco Pernas de Dios, vicario de pastoral de la diócesis / J.R.

45 curas de más de 75 años

El Obispado celebra el día del clero en minímos históricos: 173 sacerdotes atienden 735 parroquias | IÑAKI OSORIO

Eustaquio Barbosa, párroco de A Peroxa (50 años como sacerdote) / Iñaki Osorio

Ayer , en esas bodas de plata y oro celebradas en el Seminario Mayor, se podía ratificar también comprobar uno de los problemas del clero diocesano, su edad, que supera la media de los 60 años.

En la actualidad hay 245 sacerdotes (cuatro de ellos religiosos o monjes ), de los cuales solo esos 173 están en activo indica el vicario, y hay 65 eméritos que, por su edad o salud ya no ejercen. “Además un total de 45 sacerdotes de los que están en activo en las parroquias tienen de 75 años en adelante, y tenemos alguno que oficia misas con más de 90 años” advierte.

Jubilación a partir de los 75

El resto de los sacerdotes en activo tienen, 124 en total tienen menos de 75 años, justo esta es la edad optar a una especie de jubilación que en el caso de los curas se llama “renuncia” a seguir al cargo de una parroquia, pero dada la coyuntura solo aquellos que tienen algún grave problema de edad se jubilan.

Ese es el caso, por ejemplo, del párroco de A Peroxa, Eustaquio Barbosa, uno de los que celebró ayer sus bodas de oro, los 50 años desde que fue ordenado sacerdote.

“En mi caso llevo 12 parroquias en A Peroxa; solo puedo oficiar la misa en 3 o 4 de ellas el domingo, pero tengo otro compañero que lleva se ocupa de otras 4 misas dominicales, y luego atendemos durante la semana todo las otras parroquias, con misas otro día de la semana”. Esto sin olvidar entierros, lo más habitual, o misas en todas ellas por fiestas patronales.

Junto con la falta de vocaciones, que dificulta llegar a todos los puntos de un rural disperso, “ uno de los problemas que nos preocupan es la soledad que tienen muchos mayores sobre todo en zonas aisladas del en el rural; llegar a ellos es un de los cometidos de eso sacerdotes” explica el vicario.

Por eso. y en tanto no se despiertan más vocaciones –y parece que en el Seminario Mayor hay este año “brotes verdes”– una de las apuestas es la sinodalidad, afirma “es contar con laicos, en este caso tenemos incluso algún diácono laico y casado” indica Paco Pernas.

Esta figuras del laico, –en el caso de los diáconos laicos casados, deben haber cumplido 35 años y tener más de 5 de matrimonio– , pueden también además de apoyar el en las labores de la parroquia, incluso da la comunión si en un momento dado lo autoriza el obispo. El diaconado permanente o transitorio para apoyar a los párrocos.

Los tiempos cambian y uno de los retos, como reconoce Celso Rodríguez Lourido, párroco del santuario de Fátima de O Couto, quien celebró ayer sus 60 años como sacerdote, “lo más difícil cuando llevas tanto tiempo, es que te llegan personas con realidades que antes no existían, así que hay que adaptarte, ser comprensivo y tratar de escucharlos y ayudarlos, sin perder por ellos tus valores” .

Celso Rodríguez : "Cumplo 60 años como sacerdote, con la misma convicción"

El párroco de O Couto, Celso Rodríguez Lourido tiene 82 años, y celebró ayer 60 como sacerdote, una vocación “que ha sido también una convicción en todo este tiempo” afirma, y que ejerce desde 1991 en el santuario de Fátima en O Couto, una de las más participativas. “Lo más gratificante de estos años junto además de anunciar el Evangelio, es estar al lado de los necesitados, porque también se hace acción social en las parroquias”.

Paco Pernas: "El diaconado, incluso laico es la solución en tanto no hay más vocaciones"

La labor de Paco Pernas de Dios, es saber priorizar los medios humanos de del os que dispone la diócesis, para dar servicio a las necesidades de las parroquias. Por eso mientras no se cumpla la aspiración general de conseguir nuevas vocaciones, el diaconado, incluso el laico, “es el futuro; pueden anunciar llevar el Evangelio en las parroquias, ayudan ya en los templos e incluso pueden dar comunión con permiso de obispo”.

Eustaquio Barbosa : "LLevo 12 parroquias y por desgracia hay más entierros que bautizos"

Eustaquio Barbosa cumplía ayer sus bodas de oro como sacerdote. Empezó como coadjutor en la Trinidad, luego en la parroquia de Fátima, la Asunción y desde 1992 está en A Peroxa. “Llevo 12 parroquias pero reparto las misas dominicales con otro compañero. Por desgracia vemos ya muchos más entierros que bautizos” afirma. Le encanta no obstante ser párroco en el rural: “conocer el nombre de cada vecino, y compartes sus problemas”.

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