El Camino Portugués es con mucha diferencia la segunda ruta jacobea con más peregrinos. Todavía está a años luz de los más de 120.000 visitantes que optan por el Camino Francés, pero en los últimos años ha experimentado un crecimiento aceleradísimo, sin parangón en ninguna otra de las vías que llevan a Santiago de Compostela.

Tanto es así que los 6.000 peregrinos de 2009 ya pasaron a ser 14.000 en 2011, y el albergue de Pontevedra cerró sus instalaciones el pasado sábado 22 con una cifra de 27.000 visitantes en 2012, solo 5.000 menos que durante el último Año Santo, el de 2010. Estos datos, facilitados por el presidente de la asociación Amigos do Camiño Portugués, Celestino Lores, refrendan los aportados antes por las agrupaciones de Protección Civil de las localidades por las que discurre la ruta -como la de Valga- que llevan años poniendo de manifiesto el fuerte crecimiento que está experimentando este Camino.

Pero las cifras, que de un lado son magníficas, también tienen su reverso negativo. Y es que el Camino Portugués se enfrenta a dos riesgos: la masificación, que es uno de los grandes problemas del Francés; y la falta de camas para los peregrinos. Es ahí donde entra en juego la Mancomunidade do Salnés y la Variante Espiritual abierta el año pasado. Para Celestino Lores, la ruta que atraviesa el valle arousano es necesaria para descongestionar la principal, que cruza la provincia de Pontevedra de sur a norte. "Lo que hay que impedir es que nuestro Camino se convierta en una lucha diaria por conseguir una cama, que es el problema que tiene el Francés", declara.

De ahí que la Variante Espiritual de O Salnés tenga una importancia vital para el futuro del Camino Portugués. Y tras su acelerada puesta en marcha de este año, el que viene debe ser el de su consolidación. Es por ello que la Mancomunidade do Salnés ya tiene listo un anteproyecto para la construcción del que será su primer albergue oficial de peregrinos. Se situará en un anexo de la casa da cultura de Armenteira, tendrá capacidad para 30 personas y su construcción está valorada en 102.000 euros, que en principio financiará la Diputación.

La intención del presidente comarcal, el alcalde de Vilanova de Arousa Gonzalo Durán, es que esté en funcionamiento para Semana Santa, cuando se prevé un aluvión de visitantes. Entre tanto, los peregrinos que opten por esta Variante pueden alojarse provisionalmente en unos colchones habilitados en el centro social de Armenteira y en el pabellón de deportes de Vilanova.