Galicia posee siete de las ocho clases de aguas mineromedicinales que existen en el mundo, lo que convierte a la comunidad es un paraíso termal y en un destino casi ineludible de lo que se denomina turismo de salud, una alternativa que está adquiriendo cada vez más fuerza. Los beneficios que estas aguas mineromedicionales tienen para la salud están más que avalados científicamente, ya que sirven para tratar afecciones de lo más diversas, desde infecciones alérgicas hasta trastornos psiquiátricos, al tiempo que contribuyen a prevenir la aparición de otras patologías, como la artrosis.

"Las aguas mineromedicinales están declaradas de utilidad pública por sus importantísimos beneficios para la salud, especialmente en el campo del dolor por sus efectos antiinflamatorios, y también en los casos de enfermedades del aparato respiratorio", explica la doctora Laura Gómez, una de las docentes de la cátedra de hidrología médica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) que dirige Dolores Fernández. Creada hace cuatro años, su finalidad es dar a conocer a los estudiantes de Medicina la importancia de estas aguas y de la hidrología para la parte médica. La doctora Gómez reconoce que a pesar de la inmensa riqueza hidrológica de Galicia, la mayoría de los médicos aún no prescriben el termalismo como terapia complementaria a la farmacológica, algo que atribuye al desconocimiento sobre los beneficios que puede aportar a los pacientes.

Sin embargo, el interés de los estudiantes de Medicina por las aplicaciones médicas de la hidrología es cada vez mayor. "Sobre todo cuando tienen la oportunidad de visitar los balnearios y ver cómo funcionan, cómo son las distintas técnicas que empleamos y ven los beneficios que tienen estas aguas en los pacientes", agrega.

Según la especialista, la terapia termal está indicada para numerosas dolencias, como dolores de espalda, problemas dermatológicos y enfermedades reumatológicas, pero además, tienen importantes efectos beneficiosos en el estado mental de la persona, reduciendo los cuadros de estrés, por ejemplo. "Está demostrado que las terapias con aguas mineromedicinales reducen además la cantidad de fármacos que necesita el paciente, especialmente de antiinflamatorios, y mejoran considerablemene la calidad de vida", añade.

Añade que la estancia en los balnearios por sí solo contribuye a la mejoría de los pacientes, ya que en ellos no solo se aplican terapias hidrológicas, sino que también se enseña hábitos de vida saludables, como la necesidad de hacer ejercicio físico y llevar una dieta sana y equilibrada. "La estancia en un balneario implica muchas cosas además de las terapias y la alimentación es un aspecto en el que incidimos mucho porque es una parte muy importante para garantizar la calidad de vida del paciente", explica esta especialista, que además es la directora médica de Balneario de Mondariz.

Esta profesora de la cátedra de hidrología médica, la segunda creada en España, asegura que los efectos beneficiosos de los tratamientos con las aguas mineromedicinales comienzan a notarse enseguida. A pesar de los efectos curativos de estas aguas, la terapia termal no está incluida en la cartera de servicios de la seguridad, por lo que no está al alcance de todos los pacientes. "Tal vez esta sea una asignatura pendiente", dice la especialista, que añade que estas aguas también contribuyen a prevenir enfermedades como la artrosis. Además, retrasan los efectos del envejecimiento, lo que, ante la cada vez mayor esperanza de vida, otorga a la hidroterapia un valor añadido.

La especialista explica que existen ocho clases de aguas mineromedicinales en el mundo, en función de su contenido en elementos minerales, que les otorga una serie de propiedades con efectos terapéuticos. De estos ocho tipos, los balnearios gallegos poseen siete: bicarbonatadas, cloruradas, sulfuradas, carbogaseosas, ferruginosas, radiactivas, oligometálicas. Las únicas aguas que no están presenten en los balnearios de Galicia son las sulfatadas. "En aguas mineromedicinales estamos prácticamente cubiertos y esto es algo muy importante para Galicia de cara al turismo de salud, una opción que está creciendo cada día", explica

Aunque no existe una estadística sobre el número de personas que recurren al termalismo por razones de salud, solo el Balneario de Mondariz recibe a unas 12.000 cada año, entre personas que acuden por motivos de salud y las que lo hacen por ocio, según su directora médica. Esta cifra da una idea de la importancia que tiene el termalismo en Galicia.