Las calles de Vigo acogen todos los veranos a un visitante muy especial. Es más alto que los demás y va acompañado de acentos muy diferentes a los habituales. Se trata del autobús turístico de Vigo que, durante la época estival, la Semana Santa y siempre que haya un crucero en la ciudad, recorre sus calles y avenidas.

Carmen Álvarez es la encargada de conducirlo desde hace cuatro años y está más que satisfecha de poder hacerlo. "No tiene nada que ver con conducir un autobús urbano, la gente te saluda por la calle y el ambiente es muy diferente", comenta. La parte favorita del trayecto para esta conductora es "la salida del túnel de Bouzas cuando ves la ría de Vigo con las Cíes de fondo". Carmen explica que "el paisaje cambia mucho con el clima y se ve de una forma diferente", aunque es "siempre espectacular".

Por su parte, Margariña Piñeiro es una de las guías que cada jornada se encargan de recibir a los turistas y explicarle los detalles más curiosos de cada esquina de la ciudad. Todo ello, en 22 kilómetros durante hora y media de recorrido. "Lo que más llama la atención es la belleza de la ciudad", asevera Piñeiro indicando que para mcuhos Vigo es una tremenda desconocida. Se esperan "una ciudad industrial sin reclamos turísticos", sin embargo se llevan una "grata sorpresa". "Hay una mayoría de gente que esperaba ver mucho menos y, al final, tienen que ampliar la reserva del hotel porque no les da tiempo a verlo todo", aclara.

El autobús realiza un completo recorrido que permite disfrutar de una ciudad llena de contrastes. Desde el Vigo modernista hasta el más industrial con la panificadora y el puerto, pasando por el estilo ecléctico de Jenaro de la Fuente con la Casa Bárcena, máxima representante de la cantería gallega. Según avanza el autobús, los turistas descubren los tesoros de la ciudad como el Castro, con sus impresionantes vistas a la ría, o el parque de Castrelos. A nuestro paso por el Castro rememoramos el pasado romano de la ciudad como Vicus Spacorum y el glorioso episodio de la Reconquista que la bautizó como "leal y valerosa". Sin embargo, si Margariña Piñeiro tiene que elegir lo tiene claro: "yo estoy enamorada del Pazo Quiñones de León".

Mientras el trayecto continúa se puede escuchar a los turistas sorprenderse de lo "grande que es la ciudad". La mayoría no duda en incorporarse para poder sacar la mejor foto de la ría, de la ´Puerta del Atlántico´ de Silveiro Rivas o de 'El rapto de Europa' de Oliveira.

Yasmin Abdelkarim, de Madrid, decidió visitar la ciudad por el reclamo de las Illas Cíes. "Vigo es una de las ciudades gallegas que más llama la atención", asegura. Esta joven madrileña reconoce estar "impresionada" con la zona portuaria y el "verde de la ciudad", tanto de los jardines como de la vegetación de las colinas que la rodean. "Recomendamos la ciudad y, de hecho, repetiríamos", sentencia.

Yvonne, de Salvador de Bahía, reconoce que tenía "gran curiosidad por visitar la ciudad" ya que en Salvador hay una extensa colonia de emigrantes gallegos. "Estábamos en Portugal y al tener la oportunidad de visitar Vigo no lo dudamos", aclara. Esta turista brasileña se muestra "encantada con la limpieza de las calles" y se sorprende con "el verde paisaje montañoso que la rodea" entorno al mar. Su acompañante, un brasileño con un apellido íntimamente ligado a Galicia, Luis Freire, sentencia: "La ciudad te deja un sabor que te hará querer más".

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