Si la semana pasada hacíamos un extenso recorrido por diez pueblos marineros más bellos de todo el litoral, en esta ocasión queremos trasladarnos hasta el pleno corazón de la naturaleza de la mano de las cascadas más espectaculares de España.

Un refrescante paseo por las caídas de agua más impresionantes de nuestro país, que te inyectarán fuerza y energía para afrontar de la mejor forma posible la siempre costosa vuelta a la rutina después de los meses de verano.

A continuación presentamos diez de las cascadas más espectaculares de nuestra geografía:

Cascada de Pedrosa de Tobalina (Burgos)

Conocida también como la Cascada del Peñón, está considerada una de las siete maravillas de la provincia de Burgos. Formada por las aguas del río Jerea y ubicada entre Pedrosa de Tobalina y La Orden, tiene más de 12 metros de altura y 100 metros de longitud. Es, sin duda alguna, uno de los lugares más visitados de la provincia durante todo el año, aunque en invierno cobra vida propia.

Cascada de Colores (Canarias)

Una vista espectacular de la cascada canaria. (Ralf / Flickr)

Ubicada en el Parque Nacional de Caldera de Taburiente, en la isla de La Palma, conforma una de las cascadas más espectaculares y vistosas de nuestro país. Una mezcla explosiva de llamativos colores en tonos verdes y rojizos, producto de las aguas que brotan del interior de la tierra y que contienen distintos tipos de minerales.

Cascada del Xiblu (Asturias)

El viento es protagonista en la cascada del Xiblu. (Luis Ángel / Flickr)

Situada en el Puerto de Ventana, se dice que su nombre tiene su origen porque cuando sopla el viento de forma violenta, se oye un fuerte silbido. Aunque no se trata de la más grande en dimensiones que se pueden ver en Asturias, la salvaje ruta que la rodea, inundada de impresionantes bosques, hace de ella un lugar de obligada visita.

Nacimiento del río Mundo o río Cuervo (Castilla-La Mancha)

Un espectacular salto de agua situado en Castilla la Mancha. (Juan Fernández / Flickr)

El río Cuervo, declarado Monumento Nacional en 1999, nace en un paraje de cascadas y remansos cristalinos de gran derroche de agua y verdor. Subiendo por el río a mano izquierda, se llega frente a la cascada tobácea, estrella indiscutible del lugar. Un espectacular salto de agua originado al resbalar durante siglos un río por un cortado calizo, una prodigiosa escultura que hará despertar tus cinco sentidos.

Pozo de los Humos (Salamanca)

Este pozo tiene una caída libre de cincuenta metros. (Oscar Anton / Flickr)

Esta cascada situada en el cauce del río Uces, está compuesta de una pared de granito por la que fluye una extensa cortina de agua. Tiene una caída libre de cincuenta metros, que al llegar abajo forma una espectacular nube de vapor que se eleva por todo el contorno, siendo un espectáculo muy difícil de igualar.

Nacimiento del río Asón (Cantabria)

Está situado en el Parque Natural de los Collados del Asón. (Jaime Juan / Flickr)

El espectacular nacimiento se produce en la boca de la cueva situada en la Peña de Azalagua, a más de 600 metros de altura, en el Parque Natural de los Collados del Asón. La forma más bonita de descubrir este maravilloso paraje es recorrer el curso del río desde Asón.

Cascada de Ézaro (A Coruña)

Uno de los rincones más bonitos de la geografía gallega (José Manuel García Estévez / Flickr)

Formada por el río Xallas, está situada al lado de la villa que la da nombre, en municipio de Dumbría, en la denominada ´Costa da morte´. ¿Y Qué es lo que hace tan especial a esta cascada? Pues que se trata de la única de toda Europa que desemboca en el mar, un lugar insólito que no puedes dejar de visitar.

La visita obligada en este lugar, además de disfrutar de sus arenales, es subir hasta el mirador que permite la percepción del salto, la ensenada y la posibilidad de ver el fondo del cabo de Fisterra. En la Casa da Pedra, en la playa de Ézaro, está el Centro de Interpretación de las Rutas del Monte Pindo y de la Cascada del Xallas. Aquí es posible conocer las diversas rutas existentes en estos espacios naturales, como la que sigue el río Xallas y atraviesa puentes como el de Ponteolveira y rocas como A Pedra Cabalgada.

La Cimbarra (Jaén)

Esta cascada jienese tiene 40 metros de altura. (Juan Fernández / Flickr)

A dos kilómetros del pueblo de Aldeaquemada, próximo a Despeñaperros, nos encontramos con esta cascada de más de 40 metros de altura formada por las aguas del río Guarrizas. A pie de chorro podemos divisar las Calderetas, unos pozos naturales creados por la erosión del agua sobre la piedra, que nos permiten obtener unas vistas impresionantes.

Salto del Caballo (Valle de Ordesa, Pirineo de Huesca)

También conocida como ´Cola de Caballo´, esta imponente cascada se abre en un abanico blanco que se desliza roca abajo, pasando por las Gradas de Soaso. En las paredes verticales del valle, producidas por la dureza de las capas rocosas, se abren pequeñas cornisas horizontales que permiten recorrer el valle por vertiginosas alturas y estrechas sendas.

Cascada del Aljibe (Guadalajara)

Una bonita imagen de la cascada del Aljibe . (Juanjo Martínez / Flickr)

Formada por un doble salto de agua, está situada próxima a la desembocadura del arroyo del Soto, en el río Jarama. Ambas cascadas cuentan con sendas balsas de agua en forma de aljibe, una especie de pozo de agua (de ahí su nombre), con una altura total de más de diez metros.