PATRICIA PEDRIDO | VIGO

La plataforma social viguesa ECOAR ha lanzado recientemente una campaña para poner en valor distintas zonas de la ciudad. "Recuperar os barrios: "Pretende protexer e recuperar o patrimonio cultural, histórico, artístico e natural -de Vigo-", así como "dignificar a memoria colectiva", proclama en un comunicado.

Dentro de su estrategia de concienciación social, ECOAR ha creado una web que brinda un completo análisis de los elementos patrimoniales de la ciudad: actualmente ofrece una documentada reseña histórica sobre el Barrio do Cura y La Panificadora, un largo compendio fotografías antiguas, vídeos y una sección de noticias.

La plataforma cívica organiza esta tarde una ruta guiada por el Barrio do Cura, abierta al público en general, gratuita y con partida a las 19.30h en el Olivo en el Paseo de Alfonso XII. Farodevigo.es ha recorrido con ECOAR los principales puntos de este itinerario histórico por el corazón de la ciudad.

Uxío Reinoso, licenciado en Historia y colaborador de la organización social, dirige esta tarde un recorrido circular con 14 paradas, entre las que destacan el Olivo, la Rúa Poboadores, el lavadero y la fuente de A Barroca, el Convento de San Francisco, la desconocida huerta del Barrio do Cura y el Asilo de las Hermanas de los Ancianos Desamparados.

¿De dónde procede la denominación "Barrio do Cura"?

El guía de la ruta nos pone sobre la pista de dicha nomenclatura; la breve sinopsis histórica de la web de la orden religiosa expone: "La caridad del párroco castrense D. Juan Manuel Pérez Martínez les hizo donación del terreno que ocupaba parte del antiguo edificio situado en la Avda. General Aranda, cuya obra fue construida en el año 1886, que luego se pasó a llamar Paseo Alfonso". Las religiosas hasta la fecha desarrollaban su misión en la calle Areal, pero la necesidad de mayor espacio y la generosidad del capellán motivaron el traslado de la orden y que dicha parte de la ciudad pasase a ser llamada como hoy la conocemos.

El asilo, actualmente en estado ruinoso, es una muestra del historicismo ecléctico de Manuel Felipe Quintana Ochayta, tal como señalan Xaime Garrido y José Ramón Iglesias Veiga en "Percorrido pola arquitectura histórica de Vigo". Su estructura inicial, una iglesia flanqueada por dos cuerpos bajos laterales sufrió diversas ampliaciones fruto de la necesidad de espacio, hasta el punto de que el templo ha quedado ahogado entre dependencias.

Otro de los puntos más relevantes del recorrido es el Convento de San Francisco, enclavado en el tradicional barrio marinero de O Berbés. Sustituyó a la anterior ermita de Santa Marta, cuya memoria trasluce del nombre del barrio. Garrido e Iglesias Veiga certifican su estilo barroco y su construcción a comienzos del siglo XVII. En la memoria de este inmueble consta la gloria de sus frailes al haber desempeñado un papel clave en la resistencia y lucha contra el invasor francés en la Reconquista de Vigo.

Tras él se esconde una de las zonas más inexploradas del centro urbano y a la que Farodevigo.es ha accedido: la huerta. Actualmente autogestionada por un colectivo social, se "remonta más allá de la época medieval y se trata del único espacio agrícola que sobrevivió al crecimiento de la ciudad", indica ECOAR.

A través de estas acciones, la plataforma critica "la pérdida de patrimonio, empeoramiento de la calidad de vida de los vecinos y la eliminación de zonas verdes" a la que se vería sometido el Barrio do Cura de llevarse a cabo el proyecto inmobiliario previsto. Lamentan que estos tesoros urbanos, memoria en piedra del progreso de la ciudad, "corren el peligro de desaparecer".