Galicia, con su abrupta orografía y su privilegiada localización geográfica,estuvo avocada durante siglos a numerosos ataques y batallas. Como consecuencia, castillos, fortalezas y torres se diseminan por los pueblos y villas gallegas.

Entre todos ellos, situados en enclaves naturales inmejorables que permiten realizar interesantes rutas y excursiones, destacamos cinco castillos que podrían protagonizar cualquier capítulo de Juego de Tronos no solo por su espectacular construcción, sino también por las historias que esconden sus gruesas fachadas.

Castillo de Soutomaior

Declarado Bien de Interés Cultural gallego, el castillo de Soutomaior es uno de los mejor conservados al conservar sus dos altas murallas almenadas, el patio de armas, antiguas puertas, la poterna, matacanes, la gran torre del homenaje, la cárcel abovedada en un sótano, etc.

Aunque fue derribado durante la Revuelta Irmandiña, la edificación fue nuevamente levantada por Pedro Madruga, uno de los más importantes caballeros feudales de Galicia. Madruga fue un gran defensor de la nobleza gallega hasta que perdió parte de su poder al posicionarse en favor de Juana La Beltraneja en la Guerra de Sucesión.

El Castillo domina todo el Valle de Oitavén a unos 119 metros de altura sobre el nivel del mar lo que permitía comprobar fácilmente incursiones enemigas. Una de las características más destacadas es la gran variedad de técnicas constructivas debido a los diferentes cambios de propietarios. Actualmente se pueden visitar tanto las murallas como el interior, que está totalmente rehabilitado.

Castillo de Sobroso, Mondariz

En la parroquia de Vilasobroso, este castillo originario del siglo XII se conserva en un magnífico estado, lo que permite recorrer sus salas medievales sumergiendo al visitante en otro tiempo. Desde su compra en 1981 por el Concello de Ponteareas se permite visitar toda la edificación.

Está situado en la Sierra de Landín, a una altura de 334 metros sobre el nivel del mar que permite disfrutar de unas espectaculares vistas de todo el valle del Condado. La Torre del Homenaje, de unos 13 metros, tiene una planta cuadrangular y es visitable hasta su terraza. El cuerpo residencial presenta una planta poligonal irregular adaptada a la variable orografía de la zona.

En su interior, el turista encontrará recreaciones, vestidos de época y hasta un panal de abejas en el que contemplar el trabajo de estos insectos.

Castillo de Salvaterra do Miño

El Castillo de Salvaterra, conocido popularmente como Castillo de Doña Urraca, se enclava en una posición privilegiada denominada como "A Raia", justo en la frontera entre Galicia y Portugal separada por las aguas del río Miño.

Esta construcción del siglo X jugó un papel fundamental en la historia gallega. Como si de Juego de Tronos se tratara, este castilloprotagonizó múltiples batallas por hacerse con el poder. Fue el escenariodesde donde Doña Urraca iniciaría su batalla contra Teresa de Portugal y se convirtió en el refugio que el histórico noble gallego Pedro Madruga emplearía ante sus disputas con el arzobispo de Fonseca.

Castillo de Santa Cruz de A Guarda

Este Bien de Interés Cultural es otra de las muchas fortalezas fronterizas que, a uno y otro lado del Miño, son testigos de las múltiples batallas entre gallegos y portugueses.

Ya en la desembocadura del Miño, el Castillo de Santa Cruz vivió entre sus murallas diferentes incursiones extranjeras protagonizadas por soldados portugueses y napoleónicos. Hoy, la fortaleza ha sido restaurada después de ser adquirida por el Concello de A Guarda y acaba de reabrir sus puertas para los visitantes amantes de la historia.

Un plan de interés para los más curiosos puede ser planear una visita por varias de las fortalezas ubicadas en "A Raia", empezando por el Castillo de Salvaterra y terminando por el de Santa Cruz para, a continuación, visitar el Castro de Santa Tegra que, con un estado de conservación encomiable, permite una increíbles vistas de la desembocadura del Miño en su encuentro con el frío Atlántico.

Fortaleza de Monterreal, Baiona

Ubicada en la península de Monte Boi, la fortaleza tiene un perímetro de 3 kilómetros con almenas que permitían defender este enclave ambicionado por nobles y rufianes. Entre los personajes históricos que atacaron la fortaleza que protegía a la villa de Baiona se encuentra el célebre pirata Francis Drake, aunque el Conde de Gondomar acabó por repeler su ataque.

La muralla todavía conserva las tres torres principales: la torre del Reloj, la torre de la Tenaza y la Torre del Príncipe. Por su parte, la construcción interior ha sido reconvertida en un Parador Nacional por el Gobierno que lo adquirió en 1966. Hoy, el turista que visite la fortaleza podrá contemplar las impresionantes vistas a las Cíes y al Atlántico desde alguna de sus almenas e imaginarse el momento en el que los soldados divisaron sobre la línea del horizonte el buque de Francis Drake.