La colección de Roberto Verino para el próximo otoño-invierno inaugura la nueva era de la pasarela Cibeles, ahora con el nombre de Mercedes Benz Fashion Week a la semejanza de Nueva York o Berlín. El diseñador gallego propone "subir la autoestima" con la moda a través de una colección diversificada en la que mandan el negro sofisticado, los grises, ocres, marrones y ´camel.´

–-¿Qué hay de positivo y negativo en perder la etiqueta Cibeles y ganar la Mercedes Benz?

–Creo que nunca se va a perder la etiqueta Cibeles, aunque haya cambiado el nombre. Tener la garantía de un sponsor como Mercedes que también está apoyando la pasarela de Nueva York, Miami y Berlín es darle un carácter internacional. Creo que el cambio de nombre nos va a dar solvencia, continuidad y la puesta en un calendario mundial. Estoy convencido de que va a ser positivo..

–Se sigue sin identificar aEspaña con moda en el extranjero.

–Se ha avanzado. Hay muchas empresas que nos llevan años de ventaja en ese trabajo comercial de estar en el exterior. No por haber empezado a movernos hace unos años, ya nos esperan con los brazos abiertos en los mercados. Hay que ganarse ese reconocimiento. Es un trabajo de fondo; no es un sprint, es un maratón. Hay que tener paciencia y perseverancia.

–En Galicia, existe una gran atomización de empresas del textil. Expertos proponen fusiones, ¿comparte la idea?

–Me parece una realidad que está pidiendo a gritos el mercado. Sería una solución inteligente para abrirse a un mercado global con empresas más fuertes y profesionales.

–¿Estudia algún tipo de iniciativa al respecto?

–No, pero sí estoy de acuerdo en ponerlo sobre la mesa para buscar alianzas y lograr objetivos que sean comunes. Uniendo fuerzas venceríamos obstáculos de la internacionalización.

–¿Teme que la moda low cost (bajos precios) le azote?

–Nos hemos adaptado muy bien, yo no le temo nada. Estamos haciendo prendas con una relación precio-calidad insuperable. Nosotros no nos conformamos, sabemos que tenemos un camino en el mercado. Tenemos una marca que es capaz de defenderse en los peores momentos.

–¿Figura China entre sus proyectos para este año?

–Nosotros estamos trabajando en la internacionalización. China es un mercado que nos interesa muchísimo, al igual que el americano.

–Entonces, tiene previsto abrir tiendas en el gigante asiático.

–En ello estamos, no puedo decir nada más porque es un trabajo paciente, que tiene que responder a determinados parámetros cualitativos y cuantitativos. Es un tema complejo que llevamos trabajando de un tiempo a esta parte. No queremos descubrir ninguna carta que no esté garantizada.

–En la colección que presenta hoy propone retornar a los años 20 y 70. ¿Por qué?

–La moda es un revival continuo. No hay duda. Hay que buscar momentos que fueron fulgurantes y conseguir que la gente vea la moda como una inversión. Con esta colección miramos hacia Nueva York como centro de libertad, donde la gente va a su gusto por la calle, sin que eso sea motivo de sensación de ridículo. Tenemos que creer que lo importante es sentirnos guapos, encontrarnos bien con nosotros mismos, sin sentirnos disfrazarnos. Eso será factible si llevamos, no lo que imponen las tendencias, sino lo que nos conviene para estar bien con nosotros mismos. Es un ejercicio de libertad y optimismo.