ANTONIO PINACHO | REDONDELA

La tradicional danza de las "penlas" protagonizó ayer la apertura de las Festas da Coca con un emotivo acto con el que se rindió homenaje póstumo a Margot Araújo, artífice de la recuperación de los vestidos originales de este antiguo baile e impulsora de la fiesta del Corpus en Redondela. Tras la entrega de una placa de reconocimiento por parte del alcalde a los hijos de Araújo -Marga, Fernando y Marta Rivas-, las "penliñas" le dedicaron un baile en agradecimiento a tantos años de esfuerzo y trabajo desinteresado por mantener esta danza única.

El arranque de la fiesta comenzó con la lectura del pregón a cargo del fotógrafo local Carlos Alonso Martínez -más conocido por el pseudónimo de Fotsca-, que recordó sus más de cuarenta años fotografiando las distintas escenas de la fiesta redondelana y el trabajo de las alfombristas, "que no tienen nada que envidiar a las de Ponteareas", apuntó. Así, animó a los jóvenes del municipio a implicarse en esta labor para garantizar su continuidad en próximas generaciones.

Precisamente, tras la intervención de Fotsca, el gobierno local realizó un sencillo homenaje a dos de las veteranas alfombristas de la villa, Jesusa Figueroa Portela y Elvira Rafael González, como agradecimiento a sus años de trabajo voluntario y altruista en la elaboración de los tapices vegetales para honrar el paso de la procesión, al igual que hizo también con un antiguo integrante de la Danza de Espadas, Manuel Seijas Fernández, por su labor para mantener esta tradición.

Uno de los momentos más esperados fue el acto del solemne relevo de las "penliñas", en el que las pequeñas bailarinas salientes Lía Carballo Abal, Antía Bernárdez Míguez y Laura Álvarez Fernández entregaron de manera simbólica sus gorros y alas blancas a Ainhoa Iglesias González, Alexia Álvarez Iglesias y Alba Figueroa Hernández.

Una de las novedades de esta edición fue que todos los niños que acudieron al acto vestidos de danzantes recibieron un pin y un libro de "Os Bolechas" de regalo, una iniciativa con la que se pretende fomentar en los más pequeños el mantenimiento de las tradiciones y la continuidad de la Danza de Espadas.

La jornada de tarde también estuvo amenizada por el desfile de gigantes y cabezudos por las calles de Redondela, acompañado por el grupo de gaitas Airiños de San Simón, y remató con una verbena en el Campo da Feira con la orquesta Tango.