España es un país nutrido de pequeños pueblos y cada uno de ellos tiene sus encantos. Ya sea por su gastronomía, sus gentes, los paisajes que les rodean o el arte que guardan en sus lindes, las localidades del país se cuentan a miles. Porque España tiene hasta 20.000 poblaciones, 8116 ayuntamientos en total que, en algunos casos, sobre todo por zonas como Galicia, llegan a tener hasta 100 localidades a su cargo.

Así, los nombres de los diferentes municipios españoles son muchos, aunque muchas veces conocer su historia es complicado. Algunos, se han colocado en el 'top ten' de pueblos con los nombres más curiosos o desternillantes. Aquí te mostramos una muestra de ellos y algo de su historia.

Pepino, Toledo

A tan solo 90 kilómetros de Madrid y muy cerca de Talavera de la Reina, Pepino tiene una historia detrás de su nombre. No fue hasta el siglo XV cuando algunos documentos hacen referencia al lugar con el apelativo que se le conoce actualmente, ya que con anterioridad se conocía como Aldea Nueva de Talavera. Al parecer, y según fuentes del propio Ayuntamiento de la localidad, el nombre de Pepino viene de que en un siglo después "uno de los siete herederos labradores antiguos que vivían allí se llamaba Alonso Pepino y aparecía en una escritura de compromiso". Sus habitantes, por ende, son pepineros.

Los Infiernos, Murcia

En contraposición con el toponimio anterior, en Murcia uno puede ir directamente a Los Infiernos. Hace dos años, este pueblo murciano fue nominado para optar al galardón de pueblo con el nombre más inquietante de España y quedó el segundo, seguido de Novallas, en Zaragoza. Perteneciente a la pedanía de Torre Pacheco, tan solo en 10 kilómetro cuadrados se encuentra este pueblo acompañado de El Purgatorio y El Limbo. Los vecinos de este lugar, a los que no se conoce como demonios, dicen que el nombre del pueblo se debe a una leyenda. Al parecer, un hombre que llevaba cargas entró en una aldea, donde le recibieron decenas de niños que le hicieron romper parte de su carga, así, cuando consiguió salir, alguien le preguntó que de dónde venía y contestó: "De los infiernos".

Villapene, Lugo

Muchos son los acontecimientos que han llevado a esta pequeña localidad de Lugo a convertirse en toda una estrella dentro de los pueblos con nombres curiosos. Y es que el toponimio ha suscitado todo tipo de bromas en la zona, además de que llama a los visitantes, que no dudan en hacerse una foto con el cartel. Sus 151 habitantes ya están acostumbrados a recibir a turistas y según uno de los alcaldes que estuvo al frente de la localidad, este nombre no tiene nada que ver con el órgano sexual masculino, algo que no ha servido para que la gente deje de robar el cartel que tanta gracia les hace.

Calamocos, León

Cualquier cosa parece valer para poner un nombre a un pueblo, aunque los que crean que este municipio de León, que no llega a los 300 habitantes, debe su nombre a algo que tenga que ver con narices parece que está equivocado. Según los vecinos de la zona, el toponimio viene de la palabra griega kalamós, que significa calamidad. Aunque no se sabe a ciencia cierta. Ubicado en el conocido Bierzo, sus vecinos no se quedan atrás en cuanto a nombre original y vienen de lugares como Calaveras o Moscas del Páramo.

La hija de Dios, Ávila

Muchos de los pueblos españoles se fundaron alrededor de una iglesia y tomaron por nombre el santo al que se dedicaba devoción. Por ejemplo, San Pedro está presente en 80 poblaciones repartidas por todo el país, ya que es el nombre más común junto a San Juan y San Vicente. Según historiadores de la zona, La Hija de Dios posiblemente se deba a un nombre sagrado en honor a la Virgen María o puede que simplemente sea la hija de alguine que se llamaba Juan de Dios". A escasos 26 kilómetros de la capital, cuenta con tan solo 81 habitantes.