-¿Es verdad que tiene como lema solo quejarse de las cosas tres veces?

-Sí, y después hacerlas, por eso intento quejarme de las cosas de las que realmente hay que quejarse.

-Difícil.

-Sí, tenemos tendencia a quejarnos mucho y creo que tenemos que empezar a valorar las cosas bien hechas y a ver las cosas desde otro punto de vista diferente, y si aún a pesar de eso tenemos que seguir protestando a lo mejor es que tenemos que entrar en acción y hacer cosas, es mi filosofía de vida: intentar hacer más y quejarme menos.

-¿La actualidad del cómic es gallega?

-No toda pero si en un alto porcentaje, en Galicia tenemos una cantera enorme de dibujantes a pesar de no tener una tradición de industria como en Valencia, Barcelona o Madrid, y que realmente allí en un lugar del norte haya casi más dibujantes que en Barcelona es algo impresionante, significa que en Galicia hay un gran interés por el cómic y la ilustración que no es casual, porque se dan muchas circunstancias, por ejemplo hablando de cosas que pasaron en Pontevedra fue aquí donde se fundó Kalandraka, que ha hecho muchísimo por la ilustración en Galicia, la elevó a la categoría de arte, y esto la verdad es que muchas veces no se tiene en cuenta a la hora de hablar de lo que está pasando en la ilustración en Galicia, que apuesten por sus valores, que de repente aparezcan premios y festivales de cómic, todo eso hace bien y se normaliza al cómic como un arte más y hace que sea más fácil publicar, porque publicar en gallego es difícil pero publicar cómic en gallego es mucho más difícil, implica muchos mayores costes y es más lento y que el dibujante tenga que estar dos o tres años trabajando en ese libro.