Qué gran serie acabó esta semana, qué gran serie emitida por Antena 3, qué gran trabajo es Broadchurch. Como saben, cuenta la historia del asesinato de un crío de 11 años en un pueblo llamado Broadchurch en donde todos se conocen, es decir, que casi todos son sospechosos.

Desde el primer capítulo te atrapa porque desde ese instante te das cuenta de que estás ante una producción brillante, ante unos actores contenidos que dan a sus personajes una credibilidad de altos vuelos, te das cuenta de que su puesta en escena, su esmerada y a veces atrevida planificación, sus arriesgados y dramáticos encuadres, su bellísima iluminación, todo, todo lo que rodea a esta serie resuelta en ocho magníficos capítulos está al servicio de un trabajo memorable de visión imprescindible.

El capítulo final, el del miércoles, consiguió el no va más, sorprender al espectador con el descubrimiento -que aquí callaré por si alguien no lo vio- del asesino, por supuesto el más inesperado, aunque con una lógica apabullante. Hay que destacar de nuevo el gran trabajo de David Tennant como Alec Hardy, inspector cascarrabias, poco social, cuya vida personal tampoco es el paraíso, y sobre todo el de Olivia Collman, la detective Ellie Miller, de vida anodina, feliz en su matrimonio, con un hijo amigo del asesinado que va dejando la infancia y entra en la adolescencia, hasta que ese niño que iba por su casa aparece muerto al pie de los acantilados lamido por las olas del mar.

En Reino Unido tuvo audiencias millonarias, además de premios de reconocido prestigio. Aquí la hemos disfrutado menos gente, pero animo a Antena 3 a seguir por estos caminos.