Vamos, limpieza de casa, vamos, arriba, limpieza de casa. Así irrumpe un tío dando voces por un megáfono en tu casa mientras tú estás en la cama. ¿Te lo imaginas? Pues la escena es real. Se la inventaron, y llevaron a término, los febriles guionistas que mueven los hilos de la acción en 'Hermano mayor', que Cuatro emite los viernes.

El que invade la intimidad de ese hogar con esas maneras de matón de circo es Jero García, que presenta el programa y trata de reconducir el comportamiento extraviado de jóvenes que se han ido convirtiendo en forajidos dentro de su propia casa, insultando, agrediendo, y a veces golpeando con saña a familiares cercanos, entre ellos, y sobre todo, a sus madres.

A este potaje desbordado llega Jerónimo, ex boxeador, con la idea de hacerle ver al verraco que esas no son maneras de relacionarse con nadie. En la última entrega del programa, la del megáfono, el protagonista de la noche fue un menda llamado Alejandro. A ese se dirigía el presentador ayudado con el megáfono en la mano dando voces. Vamos, limpieza de casa, vamos, arriba. Se oyó una voz desde el interior del cuarto. Te voy a pegar un «mascazo» en la boca. Y no me grites, subnormal, deja de tocarme la polla, que estás en mi casa.

A partir de ahí se desencadenó una de las escenas más desagradables que he visto en ese programa que, qué quieren que les diga, ha perdido su carácter de 'ayuda' para convertirse en una cita pornográfica con una violencia que, visto lo visto, parece provocada para que estos descerebrados la líen ante la cámara. Alejandro, llamando hijo de puta al presentador, se desbocó tanto que hubo que parar la grabación. Bingo. Y aquí estoy, hablando de esta mierda.