Las series nacionales siguen dominando las audiencias en España y cruzan fronteras de forma ya habitual, pero quienes crean y desarrollan sus contenidos, los guionistas, se consideran olvidados a la hora de menciones y premios, por lo que hoy han reivindicado su papel como figuras "clave" en la ficción.

"Los sindicatos americanos de guionistas no protestaban por dinero, sino porque no salían en los títulos de crédito", ha explicado el presidente del sindicato de guionistas ALMA, Carlos Molinero, en la presentación del I Encuentro de Medios y Creadores, celebrado en la sede de la Sociedad General de Autores (SGAE).

Molinero resumía así la filosofía de quienes se consideran creadores necesarios y generadores de los contenidos que sustentan a toda la industria de la ficción televisiva", y que, a diferencia de medios como el cine, no suelen recibir reconocimiento en medios de comunicación, notas de prensa o festivales.

Así, quienes escriben las series que copan las audiencias en las cadenas nacionales, como "Isabel", "Aída", "Águila Roja" o "Amar es para siempre", han hablado sobre su trabajo en la ficción nacional y sus condicionantes ante los vaivenes de programación de las cadenas.

Por ejemplo, Javier Holgado y Carlos Vila, cocreadores y guionistas de "Los misterios de Laura" siguen escribiendo nuevos capítulos de la serie mientras esperan el estreno de su tercera temporada en TVE desde hace más de un año, mientras que la NBC ha anunciado que rodará junto a Warner Bros TV el capítulo piloto de la versión estadounidense.

"La televisión pública tiene que atenerse a los presupuestos y el gasto computa cuando se estrena, es una triste situación, pero es de agradecer el esfuerzo de TVE por hacer series de calidad, aunque se haga despacio", ha explicado Vila.

Por su lado, los guionistas de "Águila Roja" se estrujan el ingenio para, en pleno recorte presupuestario, escribir escenas de acción "que no parezcan tirones de orejas", ha dicho Jon de la Cuesta, uno de los cinco guionistas y argumentistas con que cuenta la serie.

En la búsqueda de lo auténtico que provoque la cercanía al público trabaja Miriam G. Montero y sus diez compañeros guionistas de "Amar es para siempre", que se desarrolla en los años 60 y para lo cual suelen estar "colgados a la hemeroteca".

"Lo más bonito y lo más duro también es dar con la forma de hablar de la época", ha explicado Montero sobre una serie en las que las cuestiones políticas se reducen a las referencias en las noticias que aparecen en las tramas.

La política es un tema que se ha dejado "fuera" de una de las grandes apuestas de la temporada, "Galerías Velvet", según ha explicado Ramón Campos, su productor ejecutivo y guionista.

Por su parte, Carlos Montero, guionista de "El tiempo entre costuras", la adaptación de la novela de María Dueñas, ha reconocido que en su caso lo han tenido "más fácil", porque se ha ceñido a la historia de la novela en la que la autora presenta una España más dulce de lo que seguramente fue".

Para Julián Sastre, uno de los coordinadores de guiones de "Aída", serie que firman otros 15 profesionales, el reto es seguir manteniendo el interés de la ficción española semanal más longeva, con diez años de historia, en unos momentos en que "las audiencias han cambiado mucho".

Sastre ha asegurado, coincidiendo con sus compañeros de otras series, que "jamás" les han modificado un guión de "Aída" en su trayectoria, porque los guionistas se ciñen a la "biblia", el libro de personajes y tramas sobre el que pivota cada serie.

La ficción nacional sigue siendo la más vista en España y aún se pueden facturar producciones de bajo presupuesto, como "Vive cantando", una de las sorpresas de la temporada por su buena audiencia y cuyo cocreador y guionista Mariano Baselga ha explicado, que en España hay que tener claro "que los clientes de las cadenas son los anunciantes".

En contraste, las series estadounidenses que aúnan la buena crítica y en ocasiones la audiencia -la aclamada "Breaking Bad" renovó su primera temporada con 1,5 millones de espectadores, se ha recordado-, van dirigidas al espectador, "que es quien las paga", ha remachado Baselga.

Pablo Tébar, guionista de "Tierra de Lobos", también lo ha dicho claramente: "Tenemos la obligación de atraer al mayor número de audiencia posible".

El futuro desarrollo de la ficción nacional pasaría por su salida al exterior, a Latinoamérica y Europa, según Ramón Campos, quien ha opinado que en España no se producirán muchas series de presupuesto reducido, y ha apostado por las de precio medio, de entre 400.000 o 500.000 euros por capítulo.