El director de la NTV, la televisión pública de Ucrania, fue obligado a dimitir literalmente a puñetazos tras el discurso del presidente de Rusia, Vladimir Putin, en el que defendió la anexión de Crimea a Rusia.

Un grupo de personas pertenecientes al partido de extrema derecha Svoboda entró en el despacho de Pershyi Panteleymonov y uno de ellos la emprendió a golpes con él, obligándole a dimitir porque, a su juicio, era un agente infiltrado de Moscú.

El principal responsable de la agresión, que fue captada por las cámaras de televisión, señaló que Panteleymonov había "lavado el cerebro de los ciudadanos" durante las protestas en la plaza Maidan.