La visita de Pedro Sánchez la pasada semana a 'El hormiguero' y, sobre todo, su llamada a 'Sálvame', reabrieron el debate sobre la relación de los políticos con la televisión de entretenimiento.

Donde unos ven naturalidad y cercanía otros aprecian una frivolización de la actividad política.

Pero Pedro Sánchez no ha sido el primer político destacado que se asoma a los platós menos serios de la televisión española. El mismo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, firmó un cameo en la serie 'Jacinto Durante, representante'. A 'El hormiguero' también acudió en 2008, por ejemplo, el 'popular' Esteban González Pons.

Pero más allá de nuestras fronteras hay otros ejemplos. Estados Unidos es quizás el paradigma del país en el que los políticos aparcan sus complejos en estos casos. La televisión del espectáculo es un espacio más desde el que lanzar sus mensajes o hacer marketing político.

Por ello, hemos podido ver al actual presidente, Barack Obama, participando en bromas televisivas, bailando con Ellen DeGeneres o cantando. También en el caso de sus parejas, como ha demostrado repetidamente Michelle Obama en los últimos años.

La aparición televisiva más graciosa de Michelle Obama.

En una aparición para el recuerdo, Mariano Rajoy se marcó un cameo en la serie 'Jacinto Durante, representante', emitida en 200 en TVE. El entonces ministro de Educación en el Gobierno de José María Aznar apareció unos segundos en la ficción. Su papel consistía en ayudar a un párroco amigo suyo, interpretado por Juan Luis Galiardo, a entrar en un edificio público para ensayar con su coro. El cura esgrimía la razón de que había olvidado la "autorización" al requerírsela al guarda de seguridad, ante lo que Rajoy, que se interpretaba a sí mismo, contestaba: "Ya pareces un político". Tras su intervención, el cura obtenía la autorización y dedicaba a Rajoy un comentario que pretendía ser elogioso: "Gracias, Mariano. Sigues siendo el político menos político de los que conozco".

El cameo televisivo de Mariano Rajoy.

No hay muchos más precedentes en España, más allá de los programas de debate o de aquel 'Tengo una pregunta para usted' por el que pasaron José Luis Rodríguez Zapatero, Gaspar Llamazares, Josep Antoni Duran Josep-Lluís Carod-Rovira o Alberto Ruiz-Gallardón. Aunque Esperanza Aguirre, más propensa a la luz de las cámaras, no tuvo reparos en aparecer en 'Espejo público'.

Quizás por eso haya parecido extraña la repentina aparición de Pedro Sánchez en televisión. Donde no habría llamado tanto la atención su comportamiento habría sido en Estados Unidos. Allí aún se recuerda, por ejemplo, la aparición de Bill Clinton en televisión en 1992, cuando era presidente de Estados Unidos. Clinton sorprendió entonces ante las cámaras con una demostración de sus dotes musicales tocando el saxofón.

Cuando Bill Clinto tocó su saxofón.

Después de él, ni George W. Bush ni Barack Obama han tenido problemas en dejarse entrevistar en la tele, ya sea en el 'late show' de David Letterman o en el programa de Oprah Winfrey.

Otros, en cambio, parecen haber transitado el camino inverso. Pablo Iglesias, por ejemplo, tertuliano habitual y conductor de programas de televisión, se ha catapultado desde la pequeña pantalla hasta convertirse en un actor político emergente. Habrá que esperar para saber si sus nuevas responsabilidades no le hacen olvidar su pasado o si el resto de la clase política española se apunta al camino marcado por Pedro Sánchez.

Obama bailando con Ellen DeGeneres.