JORGE ÁLVAREZ | VIGO

Las cocinas de 'MasterChef', el talent show de TVE ha reabierto por tercer año sus puertas para encontrar al mejor cocinero amateur de España. Quince son los aspirantes que semana a semana deberán demostrar sus habilidades en los fogones para conseguir el ansiado título que en ediciones anteriores consiguieron el almeriense Juan Manuel y la mallorquina Vicky.

Entre todos ellos se ha colado Lidia, una nutricionista de Pontevedra que se enteró de que estaba embarazada de dos semanas durante las pruebas de selección del programa de la televisión pública.

Su estreno en el espacio que presenta Eva González se convirtió en uno de los momentos más tensos de la noche cuando la gallega mantuvo un pequeño rifirrafe con el chef Pepe Rodríguez sobre la nutrición, la alimentación infantil y el vegetarianismo. Precisamente, poco antes le había comunicado a los tres miembros del jurado que se había enterado de que estaba embarazada dos semanas antes.

"En mi casa no entra el chorizo, pero no va a echar de menos el chorizo si en su casa no hubo nunca chorizo", llegó a contestar al cocinero manchego en uno de los momentos de su pequeña discusión después de que el propietario de 'El Bohío' le preguntase si la pontevedresa iba a ser tan estricta con la nutrición de su futuro hijo como lo era en la defensa de la comida sana.

Este pequeño enfrentamiento arrancó una sonrisa en Jordi Cruz, otro de los jueces de 'MasterChef', que llegó a aplaudir el carácter y actitud de la gallega al calificar de error el planteamiento de Pepe sobre el disfrute y la comida sana.

Acostumbrada a cocinar siempre con productos ecológicos de su propia huerta, cuenta su perfil publicado en la web del programa de RTVE está dispuesta a demostrar que la cocina saludable no conlleva una cocina menos sabrosa. Directa y perfeccionista, Lidia ha aceptado el reto que supone Masterchef en pleno embarazo convencida de que no le supone una desventaja y que "una mujer embarazada no es una enferma".

Una gallega sí, otra no

Hasta alcanzar los quince concursantes de 'Masterchef', el programa planteó una criba muy exigente. A la última fase accederían una treintena en la que habría otra gallega: Alma. Procedente de A Coruña -aunque natural de Bosnia-, no logró superar la fase de cocina en el plató. Su técnica y la improvisación de su propuesta no satisfizo a un jurado que este año estrenaba un nuevo método de expulsión exprés en el que haciendo gala de intuición eliminaban a aquellos aspirantes que consideraban no estaban a la altura de las demandas del programa.

La coruñesa de adopción no llegó a terminar su plato y se vio obligada a entregar su cuchara de madera después de que Jordi Cruz le comunicase que no seguiría en el programa. Fuera del plató le esperaba su marido, jugador de baloncesto profesional y su hija. Ésta, sorprendida por las lágrimas de su madre le preguntó: "¿Por qué lloras? ¿Te duele la barriga?".

Tres ediciones, tres gallegos

La entrada de Lidia en el programa se convierte en la tercera ocasión en la que un gallego participa en 'MasterChef'. En la primera edición lo haría el lucense Efrén, un estudiante que apuntaba maneras pero que perdió la carrera hacia el título a pesar de dar muestras de su mano cocinando pulpo de varias formas.

En la segunda edición del exitoso programa de cocina sería la pontevedresa Churra la que representaría la cocina gallega. No tardaría en abandonar el programa al no poder soportar la presión y el empuje de los cocinero más jóvenes que concursaban con ella.