Raquel Sánchez Silva vive uno de los momentos más perfectos de su vida. Estrena nuevo programa en la cadena de la que ella fue imagen insignia junto a Iñaki Gabilondo y Boris Izaguirre, Cuatro. Esta vez, deja a un lado los realitys -aunque pronto volverá con 'Perdidos en la Tribu'- para dar paso al concurso 'El Cubo'.

Aunque se inicia con miedo porque competirá en franja con Pablo Motos, confiesa que siempre lo ha tenido al iniciar proyectos por lo que pudiera pasar, pero que las ganas superan ese miedo. Y, la verdad, es que ningún proyecto en el que ella participa, ha ido mal.

Supervivientes supuso un antes y un después en su carrera profesional. Ella misma, en ocasiones, se autocensuraba creyendo que ese tipo de programas dilapidaban su carrera como periodista. Pero ahora sabe que es lo mejor que ha hecho. Gracias a ese programa y al ánimo de Jorge Javier, ha conseguido disfrutar y divertirse trabajando.

Además 'Supervivientes' le ha traído la felicidad plena en el plano personal. Allí conoció al que será su futuro marido, Mario Biondo, cámara del programa. Sólo han pasado seis meses de ese romance y ambos ya preparan boda. La novia confiesa que todo está verde porque no hay un dónde y un cuándo, aunque se comenta que el verano puede ser una época perfecta.

- ¿Cómo estás viendo las grabaciones de El Cubo?

- Estamos con un centro de alto rendimiento tecnológico. Estamos muchas horas, hay muchos concursantes, pero viviendo la primera experiencia con algo que a mí me ha sorprendido porque no esperaba que fuera así. Los concursantes pasan por situaciones muy complicaciones. Parece muy frío, pero las emociones se disparan dentro de El Cubo. Cuando sufren, sufren mucho, y cuando se alegran, es como si hubieran ganado la Copa del Mundo. Espero que sea eso lo que enganche al público, las emociones que allí se viven.

- Competirás con 'El Hormiguero', ¿hay miedo a que no funcione?

- Hombre, yo siempre estoy nerviosa. Estaba muerta de miedo antes de 'Supervivientes' y antes de 'Pekín'. Es verdad que es una franja con una competitividad muy fuerte, pero yo creo que este es un producto muy bueno. Espero que sea una conquista paulatina del público.

- Imagino que con la crisis habrán venido concursantes con necesidad de ganar dinero. Al perder,¿qué reacción fue la más dura?

- Ha venido gente que llevaba casi dos años en paro, gente que está trabajando en algo que nada tiene que ver con su profesión, pero también gente con profesiones fantásticas. A ver, para mí vivir cada día con gente que tiene la necesidad de llevarse ese dinero, es impagable. Ver como lo pierde, es el doble de duro. Aun así, las personas que vienen con problemas económicos resultan ser los que más arriesgan. En algún caso particular decía, 'que me cambie la vida'.

- ¿Tú entrarías en El Cubo?

- Me gustaría. Probar por lo menos, pero no me dejan para que no lo largue. Creo que probando es realmente como sabes los trucos y a mí se me escaparían.

- Sea el programa que sea, vemos que lo vives. ¿Forma parte de tu personalidad o es un sello que quieres dar?

- Mi terapeuta me ha dicho que me quedan tres años de salud mental. Encima, este programa lo dimensiona todo más porque yo estoy de espaldas al público por lo que sólo somos: el concursante, El Cubo, y yo. De verdad, me siento muy responsable de lo que pasa ahí. Ya he llorado y volado por los aires.

- Viendo que es un lugar donde la persona sufre, ¿a quién meterías para que lo pasara un poco mal?

- (Risas) No quiero que nadie lo pase mal, pero, sin decir nombres, quien todavía no haya descubierto la humildad en su vida, debería entrar a 'El Cubo'. Allí, los humos bajan.

- Jorge Javier te hizo pasar algún mal rato, ¿le meterías en 'El Cubo'?

- Mira, que Jorge Javier me dijera ¡salta!, es lo mejor que me ha pasado, porque desde que salto todo me va mucho mejor. El día que él me dijo que hiciera eso, que yo creía que era hacer el ridículo, descubrí qué era divertirse trabajando. Jorge Javier entraría a 'El Cubo' porque es la persona más juguetona del mundo y se reiría el primero de si mismo. Le recogería encantada entre mis brazos si perdiese y saltaría con él si ganase.

- ¡Aquí te vamos a ver vestida muy corta y sexy!

- Yo creo que ya no tengo edad como para ir tan corta y ajustada, pero los estilistas son unos cielos y dicen que está bien.

- Además estás también con 'Perdidos en la tribu', ¿cuándo podremos verlo?

- No lo sé, no puedo adelantaros mucho, sólo que esta es la edición más dura. Han elegido tribus descartadas de otras ediciones.

- ¿Estás viviendo tu mejor momento profesional?

- Sí. Quizá he estado muchos años entrenándome para hacerlo bien y nunca me he dado permiso para disfrutar. Ha tenido que ser la isla la que me dijera, 'sabes hacerlo, ahora disfruta'.

- Encima tú empezaste en informativos, donde la rectitud es esencial. ¿Volverías a los informativos?

- Soy periodista y entiendo que el mundo de presentadora se acaba en algún momento, creo que terminaré haciendo lo mío, que es el periodismo. Presentar me gusta mucho, pero en la tele no todo es eso.

- Y el hecho de pasar de ser una periodista seria a estar en una isla con Tony Genil, ¿cómo es el choque?

- Cuando pasó eso, cuando subí los pantalones a Tony Genil, fue cuando hice 'clik' y dije '¿Qué más da?'. Hay una especie de censura hacia la diversión y el entretenimiento, pero muchas veces es equivocada. Yo también la he vivido. Cuando estás en otro mundo periodístico, también lo ves con cierta distancia y dices 'yo no haría eso'. Seguramente, al principio de mi carrera, dijese eso.

- Cuando te llamaron y te dijeron el elenco de la isla, ¿qué pensaste?

- Me llamaron, me dijeron los nombres y le dije a este amigo: 'perdóname, pero tengo que colgar porque estoy en shock' y colgué. Estuve 10 minutos tiritando, llame después a unas 40 personas y todas ellas, afortunadamente, me dijeron que no podía decir que no. Y gracias a dios que tengo los amigos que tengo, porque esa autocensura es lo peor que me podría haber pasado. Si te diviertes haciendo televisión, ¿qué hay de malo?

- ¿Tuviste miedo de perder tu prestigio profesional? Arrancaste cuatro junto a Iñaki Gabilondo...

- Mira, muchos amigos, entre los que está él, me animaron y me dijeron que lo importante era hacerlo bien. Con honestidad y cariño a lo que haces.

- 'Supervivientes' te ha traído grandes cosas, no sólo en el plano profesional sino también en el personal, ¿no?

- Ha sido un año muy bonito. Todo lo bueno que me podía pasar, me ha pasado en este año. No puedo pedir más.

- Algo más parece que sí porque te casas...

- Sí. Estoy feliz. Lo que puedo decir es que casi todo el mundo tiene días de felicidad puntuales, y yo afortunadamente vivo en una permanente, profesional y personalmente.

- En Cibeles este año no hemos podido verte en el desfile de tu amigo Ion Fiz. Vimos en él un vestido espectacular de novia. ¿Te va a diseñar él tu vestido?

- Me dio mucha pena no estar con él. Estoy pensando en los preparativos de la boda pero como no hay fecha y no sé donde va a ser. Desde luego, Ion es una opción a tener en cuenta, pero está todo muy verde.

- ¿Has pensado cómo te gustaría qué fuese la boda?

- No he pensado nada, ya digo que dependerá mucho de la fecha y el lugar. Una novia piensa siempre como será el vestido dependiendo de eso, y como aún no lo sé...