El pasado lunes, Cepeda volvió a salvarse, una vez más, de la nominación. De esta forma, Raoul se convirtió en el expulsado de la gala 8, algo que no gusto nada al jurado del programa. Mónica Naranjo, incluso, giro su silla y resopló de espaldas al público.

Cepeda fue propuesto, por quinta semana consecutiva, para abandonar la Academia. En esta ocasión se enfrentará a su gran amigo, Roi. Una situación que ya ha empezado a desbordar al concursante.

El martes, durante el repaso de la gala 8, Cepeda no pudo contener las lágrimas al hablar del jurado: "No estoy de acuerdo. Con todo el respeto del mundo, no estoy de acuerdo con la actitud que tienen conmigo y creo que nadie lo estaría", dijo a Manu Guix y Noemí Galera. "Me parece que un jurado tiene que ser imparcial y esto seguramente se lo acabe diciendo", aseguró el concursante.

"Eso se lo hacen a otra persona y está en la mierda"

Cepeda afirmó estar "totalmente de acuerdo con la decisión del jurado" de nominarle. Lo que no le gustó fueron "los gestos de frustración" de estos cuando se anunció su continuidad en el programa: "Eso se lo hacen a otra persona y está en la mierda ahora mismo", aseguró.

Mónica Naranjo, incluso, se negó a valorar la actuación de Cepeda. La miembro del jurado se dio la vuelta y resopló cuando Roberto Leal le pidió que dijese unas palabras. Sin embargo, si tuvo unas bonitas palabras de despedida para Raoul. Finalmente, fue Manuel Martos el encargado de valorar la actuación de Cepeda. "Hay gestos que a mí o a cualquiera pueden hundirle", afirmó.

Mientras que la directora de la Academia, Noemí Galera, intentó quitarle hierro al asunto, Manu Guix empatizó algo más con el concursante: "Intentad que lo del jurado os resbale siempre, para bien o para mal. Os digan cosas buenas, os digan cosas malas... Son humanos, expresan sus emociones, igual que nosotros", le dijo.