"Estoy vivo", la serie de La 1 de TVE que lideró el prime time -primero en las noches de los lunes, después, los jueves- como la gran revelación de la temporada, se ha despedido de las pantallas, aunque todo apunta a que es un hasta luego. En esta primera tanda, ha guiñado el ojo capítulo a capítulo a Galicia. Quizás, la vez más sonada, aquella en la que apareció Alejo Sauras (El Enlace, una especie de ángel) desnudo, con el mandilón, y tocando la gaita a primera hora de la mañana y despertando al personaje del actor gallego Javier Gutiérrez. Ante las preguntas de este, Sauras le responde: "Hoy me entregan el DNI, ¿no se acuerda? Por fin tengo papeles, una identidad oficial. Ya soy humano. Qué digo, humano. Mejor aún. ¡Hoy es mi primer día como gallego!".

Precisamente, uno de sus buques insignia de la serie, el "personaje franquicia", es El Enlace, un funcionario de una dimensión superior a la que llegan los muertos interpretado por Alejo Sauras quien ha ido adquiriendo mayor protagonismo a medida que se construía su identidad.

Esa identidad se ha vinculado a Galicia a través de diálogos con chispa y mucha ocurrencia. Al ser un funcionario de la Pasarela (la zona del más allá donde se ayuda a los recién muertos a afrontar el paso a la nueva 'vida'), carece de identidad humana que poco a poco se va construyendo ante la necesidad de explicar a otros personajes quién es.

"El Enlace es un personaje especial al que dibujamos con mucho mimo. En el tercer capítulo, tuvimos el reto de que había que llamarlo de alguna forma y ponerle un origen. Al principio, pensamos que sería de Lalín. Así figuraba en la primera versión del guión. Después, pensamos en Iago Aspas, como homenaje al jugador, a la Selección Española de Fútbol, y ahí fue cuando decidimos que el personaje sería de Moaña, de la comarca de O Morrazo. En casi todas las series, los personajes son de Madrid, nosotros queríamos abrirlo a otros acentos", explica Jesús Mesas (Badajoz, 1983).

Este joven es el coordinador del equipo de guionistas. Preguntado por el motivo de identificar el personaje con Lalín, confiesa su conexión especial con dicha villa: "Es el pueblo de mi novia y, por eso, pensé en hacerle un homenaje; porque en Lalín mola todo".

Sin embargo, el azar hizo que elpersonaje lalinense acabase siendo finalmente morracense. "A partir de que sale que es de Moaña y se llama Iago, aprovechamos para sacar cada vez más referencias a Galicia (el tono de la muiñeira en el móvil; música tradicional en la radio del coche; la camiseta del Celta para ver un partido...). Al tener la serie una parte sobrenatural tan lejana a la realidad, necesitamos anclara a la audiencia con cosas como estas", señala Mesas.

Este guionista está convencido de que la historia sobre un policía muerto que resucita en el cuerpo de otro con la ayuda de su Enlace espiritual "continuará. La gente, que esté tranquila, porque con mucha seguridad, habrá segunda temporada. Tenemos montones de ideas sobre las que ya estamos trabajando".

Pero, ¿cómo ha tenido éxito una serie española de ciencia ficción con fenómenos paranormales en el horario más reñido de la parrilla? No hay una única explicación. Guiones excelentes y frecos conectados con la calle; un elenco actoral que ha convertido a los personajes ficticios en personas con corazón y sentimientos; y un recorrido de temas variados (cómo recibe una familia el mal de Alzhéimer de un mayor; la soledad y el vacío tras la muerte de un familiar o amigo; bullying en el colegio; amores "prohibidos", amores no correspondidos; la necesidad de diálogo y ser queridos... parecen ser la clave.

"Te sientes satisfecho cuando la gente dice que la serie le ha removido cosas", comenta Mesas quien ha aprendido de la mano del creador del producto, Daniel Écija (que también ha firmado otros éxitos como "Águila Roja", "Aída", "Médico de familia" o "Periodistas"), apuntando que parir capítulo tras capítulo de una ficción para televisión "es una operación a corazón abierto. Te la juegas día tras día. Ves la audiencia y te relajas. 'Estoy vivo' por ser de ciencia ficción, podría tener entre un 8 y 10% del share pero hemos llegado a fidelizar a la audiencia. Hemos aprendido mucho de los personajes".

La prueba son los datos. El último capítulo, el del últimos jueves, logró una audiencia media del 14,6% lo que supuso reunir ante la pantalla a 2,4 millones de personas de promedio. Lo que no se sabe es que ese capítulo se estuvo reescribiendo casi hasta el final, según ha confesado Jesús Mesas.