Pastora Soler ha negado hoy que RTVE le haya pedido que no gane el festival de Eurovisión por los problemas económicos que eso generaría en tiempos de crisis y, confiada, ha afirmado que la canción está "controlada". "Muy mal se tiene que dar la cosa para que no me salga bien", ha señalado.

En una entrevista con Efe hoy en Bakú (Azerbaiyán), donde el próximo sábado se celebra la final, la artista ha deseado que se valore que, desde que se vinculó al proyecto, ha puesto todo su esfuerzo, dejándose la vida en ello. "Han sido seis meses de estar con Eurovisión todo el día en la cabeza", ha dicho.

Por ello ha querido matizar unas declaraciones suyas a Abc Punto Radio ("Me dicen: 'por favor, no vayas a ganar. Antes, tenemos que salir de la crisis y salir del bache'"). Según Soler, se trata de un titular "fuera de contexto" que el periodista buscó insistentemente.

"Hice esas declaraciones en broma. Todos estamos por el mismo fin y trabajando en equipo. Si yo no lo sintiera así...", ha precisado.

Aunque días atrás afirmó que su victoria era imposible, hoy ha matizado que no lo es, pero que sí lo ve "muy difícil" y que es "realista".

"Si terminara en el top 10 estaría muy satisfecha y, en el top 5, sería como ganar", ha señalado la cantante, que actualmente se encuentra entre las diez primeras en las apuestas.

Todo comenzó hace meses. Soler desconocía que su discográfica, Warner Music, mantenía conversaciones con RTVE, fruto de las cuales fue escogida para representar a España en Eurovisión.

Ella quería una canción que superara las que había en su repertorio y, desde la primera escucha, se prendó de un tema compuesto por Thomas G:son, Erik Bernholm y Tony Sánchez-Ohlsson.

Esa canción se llamaba "Quédate conmigo", la escogida por los espectadores en una gala emitida por TVE hace unos meses, en la que Soler se mostraba más nerviosa que ahora.

"Tengo la seguridad de haberla cantado mucho en directo en mis conciertos y creo que, en lo que a mí se refiere, está controlada. Muy mal se tiene que dar la cosa para que no me salga bien", ha apuntado.

Reconoce que dudó durante dos días sobre la oferta. Ajena entonces a la expectación que despierta el festival, se alegra de este "curso acelerado" en el que se ha embarcado y que le ha puesto en el ojo del huracán por primera vez en su carrera, a pesar de que, con once discos publicados y un reciente Premio de la Música, es una de las participantes con más currículum de esta edición.

"Tengo la suerte de haber venido con un tema en el que creo y que me emociona y me divierte. Voy a cantar, que es lo que yo hago, en un sitio que no voy a olvidar nunca. No me he metido en un 'reality' que no tenga nada que ver conmigo... Mucha gente que no me conocía, me está escuchando", valora.

"Es una guinda a muchos años de trabajo", ha resumido la artista a modo de balance, contenta por el cariño recibido.

En su decisión pesó el ejemplo de Soraya, que pese a acabar en penúltimo lugar, ha visto crecer su carrera. También pensó en su diva, Celine Dion, que dio un espaldarazo internacional importante a su carrera tras alzarse con la victoria en este mismo evento en 1988.

A partir de aquí, bromea, que le echen lo que quieran. De momento, se plantea grabar "Quédate conmigo" en inglés y dejar para más adelante un nuevo disco, que prefiere planear con tiempo.

Mañana mismo se someterá al primer examen, el ensayo general que servirá al jurado para su dictamen, que se combinará con el televoto de los espectadores en la final del próximo sábado. Allí lucirá por fin su secreto vestuario, del que sólo ha dicho que no será ni amarillo ni negro, solamente "sobrio" a la par que "elegante".E