Al acabar su concierto del sábado por la noche en el PortAmérica de Nigrán ya lo dejaron caer: "Los que nos quieran ver mañana tienen que cruzar la ría". En realidad había que ir un poco más allá, hasta Bueu, para poder disfrutar de nuevo de una de las bandas más importantes y reconocidas en la escena del pop-rock español.

Vetusta Morla regresó ayer al Aturuxo para dar su segundo concierto del año en España y de paso celebrar con la mítica sala buenense su vigésimo cumpleaños. Un guiño para apoyar esos locales que a pesar de la que está cayendo siguen programando música en directo.

Decían AC/DC en uno de sus temas míticos que el camino hasta la cima es largo si lo que quieres es rock´n´roll. Eso lo saben bien los chicos de Vetusta Morla, que antes de gozar de las mieles del éxito se patearon los escenarios de salas de toda España rodando sus canciones y buscando su sonido.

Uno de esos sitios que les dio la oportunidad de tocar fue precisamente el Aturuxo, en Bueu, y ayer les devolvieron el favor. "Un concierto por los viejos tiempos", que decían sus representantes poco antes del inicio del bolo. Un concierto ante unos 350 fans completamente entregados a una de las bandas españolas del momento.

La actuación estuvo rodeada por el más absoluto secretismo hasta unas horas antes. Primero la despedida en el PortAmérica y luego una serie de "tweets" ayer a mediodía en la página del grupo pusieron en alerta al personal. Las entradas se pusieron a la venta a las cinco de la tarde, pero volaron enseguida ante la decepción y la tristeza de los que esperaban en la puerta.

El alma del Aturuxo es Víctor Cabaleiro "Leiro", que ayer vivía en una especie de montaña rusa de emociones. Por un lado, la preocupación y el agobio ante una actuación que se le podía ir de las manos y, por el otro, la alegría de que Vetusta Morla decidiese atender su llamada para regresar a Bueu y dar su cuarto concierto en el local. "Nunca pensei que mo foran a poñer tan fácil", confesaba "Leiro".