MAR MATO | VIGO

El próximo mes de julio, el Resurrection Fest de Viveiro congregará a lo mejor del heavy metal del mundo (con los alemanes Rammstein, de cabeza de cartel). Los sonidos más duros de Galicia también tendrán su espacio en el escenario: el grupo vigués Aphonnic vuelve a uno de los festivales metaleros más importantes de Europa. Lo hace con el recién ganado Premio Martín Códax en la categoría de Metal bajo el brazo por su disco Indomables.

Por primera vez en su historia, la banda gallega echó mano de un grupo de estudiantes adolescentes para los coros, un total de 40 alumnos del IES Lama das Quendas de Chantada (Lugo) que, el pasado año, se encontraban en cuarto de la ESO y primero de Bachillerato donde cursaban la optativa de Música.

Su participación hizo que las canciones suenen "máis grandes, máis épicas e máis corais", según detalla Alén, batería del grupo, quien recuerda que la idea de emplear el coro fue de su productor, el portugués Vasco Ramos. "Quería rapaces pequenos para dar un toque distinto", agrega el músico, quien destaca que "a verdade é que os rapaces o fixeron moi ben. Estiveron mellor ca nós (risas) cando fixemos os coros grupais. Superaron as nosas expectativas".

La conexión entre la banda y el coro se hizo por azar. La novia de uno de los técnicos de sonido de Aphonnic trabaja en As Quendas así que fue ella quien los puso en contacto. Posteriormente, los niños se desplazaron a los estudios Mafia, en O Carballiño (Ourense) donde realizaron ensayos previos para empezar a grabar sus voces para el disco.

Allí, Chechu (cantante de Aphonnic) y Vasco (el productor) les echaron una mano para que entonaran. El resultado fue espectacular y cambia radicalmente temas como "Aquellos maravillosos", "Cíclopes" u "Ombligos", que abre el disco y que, en su estribillo, tiene frases como "No existe piedra dura que no ablande".

Colaborar en la grabación fue una experiencia nueva para los estudiantes. "Ningún de nós participara nunca nalgo así. Puidemos ver o proceso de gravación dunha canción nun estudio, cousa que antes nunca viramos", explica Lucía de segundo curso de Bachillerato. Santi va más allá al calificar la oportunidad de "experiencia interesante y enriquecedora".

Los adolescentes se enfrentaron a la grabación sin conocer la música o los textos. La única preparación fue en el aula de Música "onde traballamos, entre outras cousas, técnica vocal -respiración, colocación, vocalización...- (...) e xusto unhas semanas antes da gravación, a cantante Mónica de Nut veu impartir unhas aulas de técnica vocal que completaron un pouco a formación que tiñamos", explicaron Lucía, Pilar y Santi en una respuesta colectiva a este diario.

Por parte de Aphonnic, se mostraron siempre más que satisfechos con el resultado, aunque esto no impidió que los nervios del cierre del disco les jugasen una mala pasada. "Non temos perdón de Dios. Foi unha metedura de pata. Olvidamos poñer os coitados dos rapaces nos títulos do álbum", lamentó Alén quien aclaró: "Temos moi presentes ós rapaces, no máis profundo".

Entre los coristas no hay rencor. "Se agradece la experiencia de poder colaborar con alguien", apuntó Santi, uno de los chicos del coro; mientras que su compañera Pilar reconocía sobre el trabajo final que no está mal aunque no es un estilo que le atraiga. Otra estudiante, Lucía, sí confesó que le gustaba el grupo así como las letras e incluso se atrevió con un vaticinio: "O resultado final do disco foi moi favorable. Paréceme que é un grupo que pode chegar moi lonxe".