Tras haber sido avistados en días pasados algunos ejemplares de frailecillos y mérgulos atlánticos sobre la plataforma continental, y por tratarse de dos especies que pocas veces se dejan ver por estas latitudes, Expediciones Turísticas Chasula organizó una salida exprés desde el puerto de O Grove. Como se indicaba en su momento, se hizo así con la intención de peinar la costa de las Rías Baixas tratando de localizar algún individuo más.

De nuevo la fortuna sonrió a los expedicionarios, pues pudieron disfrutar no solo de esos álcidos que recuerdan mucho a los pingüinos, sino también de alcas, araos y especies tan portentosas como al alcatraz, sobre todo si, como en este caso, se deja observar bien de cerca mientras realiza sus espectaculares picados para penetrar en el agua a velocidades de vértigo y así sorprender a sus presas.

El naturalista Juan Diéguez y otros afortunados tripulantes del aula de la naturaleza flotante que es el "Chasula", quienes pudieron presenciar el espectáculo de los alcatraces y frailecillos, no dudan en reseñar que "esta expedición para el avistamiento de los álcidos fue un éxito rotundo".

Diéguez, que como fotógrafo de naturaleza también pudo captar impactantes escenas protagonizadas por dichas aves, abunda en ello, al explicar que "los frailecillos, alcas, araos, cormoranes y demás especies redondearon el espectáculo que nos ofrecían los alcatraces entrando como balas en el agua para darse un auténtico festín gastronómico", que una vez más también se dio a bordo del "Chasula", pues Isidro Mariño agasaja con buenos manjares de la ría a los participantes en cada singladura.

Nuevo rumbo: Muros-Noia

De la misma puede destacarse, igualmente, que permitió trazar una ruta novedosa. Y es que el "Chasula", que suele "pescar" sensaciones, imágenes y recuerdos de aves pelágicas frente a las rías de Arousa, Pontevedra y Vigo, lejos de las islas de Sálvora, Ons y Cíes, disparó esta vez las cámaras de a bordo a la altura de Muros-Noia, descubriendo así un paisaje costero sensacional, idóneo para los aficionados a la fotografía que también disfrutan de estas expediciones junto a ornitólogos, biólogos y aficionados a la naturaleza en general.

Como idóneas volvieron a resultar las bateas de la ría de Arousa; formidables posaderos para todo tipo de aves que acaricia el "Chasula" en sus rutas de salida y entrada, entre el puerto grovense y la plataforma continental. Esto, no cabe duda, facilita también la captura de imágenes, observación e identificación de aves.

Turismo sostenible

En ello inciden muchos de los participantes en las rutas del "Chasula", empeñados en dar a conocer a la sociedad la riqueza que albergan las Rías Baixas y convencidos de que de un mejor conocimiento va a depender una adecuada preservación del medio marino y de las especies que lo habitan.

De ahí que al reflexionar sobre esta última expedición del programa "Chasula Birds" hagan hincapié en que "se trata de una clara apuesta por el turismo sostenible".