Los “valeiros” comienzan el lunes la campaña de la lamprea del río Ulla con muchas dudas. La pandemia de coronavirus condicionará mucho el arranque de la temporada, debido a la situación de la hostelería y las restricciones de movilidad. Por ello, hay una gran incertidumbre entre los pescadores, y ayer únicamente largaron los butrones cuatro, socios todos ellos de la cofradía de Carril.
La campaña de la lamprea empieza formalmente el lunes, cuando se espera que lleguen al puerto fluvial de Pontecesures las primeras capturas antes de mediodía. Pero ayer ya hubo actividad en el muelle, puesto que los pescadores que saldrán a por el preciado pez en el Ulla acudieron al precintado de las nasas, a cargo del personal del personal de la Consellería de Medio Ambiente.
Antonio Pesado, que es el presidente de la Asociación de Naseiros, integrada a su vez en el pósito de Carril, señala que las perspectivas son buenas en cuanto a capturas, pero malas en lo referente a la comercialización. Esto, unido al hecho de que enero no es según él un mes de excesiva demanda de la especie, provoca que sean pocos los que se hayan decidido a salir ya el primer día.
“El río este año está bien. Llovió bastante y el agua dulce llegó a fuera. Eso para la lamprea es bueno”, manifiesta Pesado. De este modo, las capturas podrían ser aceptables. Pero la comercialización es otro asunto. “El mercado empieza mal, porque los restaurantes están parados, y para las casas no suele empezar a venderse hasta febrero”.
Así las cosas, más de un armador ha decidido esperar y seguir trabajando en otras artes de pesca para las que está autorizado. Los de Rianxo, por ejemplo, prevén seguir yendo al “bou de vara”. “Los primeros días, la gente no suele apurar mucho -añade Antonio Pesado-. La mayoría prefiere ir viendo como evoluciona la campaña, y después deciden”.
Pero, sobre el papel, las expectativas no son demasiado halagüeñas. El presidente de los naseiros recuerda al respecto que, “el año pasado fue muy bueno de lamprea, pero la mayoría dejaron de ir a mitad de temporada”, debido a la pandemia.
Y es que con el cierre de la hostelería, la demanda de la lamprea disminuyó, y en consecuencia los precios se desplomaron. “Yo las llevaba a vender a la lonja de Ribeira y me pagaban a ocho euros el kilo por piezas que deberían ir a 25. Era mejor que nada, pero…”, lamenta el pescador.
Los valeiros son los pescadores que largan sus nasas butrón desde las planeadoras en un pequeño tramo del río Ulla situado entre Pontecesures y Padrón, en una zona comprendida entre las factorías de Nestlé y Finsa.
Aunque temen que los confinamientos perimetrales y el cierre parcial de la hostelería trunquen su campaña -suelen vender directamente a los restaurantes-, en su día señalaron que, “cada cuatro años suele haber abundancia de lamprea, y esperamos que en 2021 se repita la tendencia y podamos pescar en condiciones hasta mediados de abril”.
No solo se disponen a comenzar la campaña de pesca los valeiros -alrededor de catorce embarcaciones-. Aguas arriba funcionarán, un año más, las tradicionales “pesqueiras”, que son unas construcciones de piedra que ya empleaban los romanos, y que están colocadas en lugares estratégicos del río.
En estas pesqueiras solo podrán depositarse las nasas en el curso del río desde las 20.00 horas hasta las 8.00 horas del día siguiente, prohibiéndose su utilización entre las 8.00 horas de los sábados y las 20.00 horas de los lunes.
Abundancia periódica
