La caída de precios tras la Navidad obliga a Rañeiros a paralizar la actividad del libre marisqueo

El colectivo decide cerrar los bancos de Os Lombos, O Bohído y Cabío entre el día 15 de este mes y el 1 de febrero | Creen que este parón servirá para dar descanso a los bancos y evitar que queden esquilmados

Un grupo de embarcaciones trabajando en la zona de Os Lombos do Ulla. |   // NOÉ PARGA

Un grupo de embarcaciones trabajando en la zona de Os Lombos do Ulla. | // NOÉ PARGA / A. G.

A. G.

Cada año, después de la Navidad, los precios del marisco acostumbran a desplomarse, una tendencia que se mantiene este año, más si cabe, por los efectos de la pandemia. Esta situación, unida a la sobreexplotación a la que están sometidos los bancos marisqueros de Os Lombos do Ulla, Bohído y Cabío ha llevado a la asociación Rañeiros, que gestiona el plan de explotación de estas zonas, a tomar la decisión de paralizar la actividad. Esta paralización se hará efectiva entre el 15 de este mes y el 1 de febrero, quince días en los que se espera que los bancos marisqueros puedan recuperarse y evitar que acaben totalmente esquilaados antes de que la campaña de libre marisqueo entre en su recta final.

La decisión se adoptó en una reunión que mantuvieron los patrones mayores de las cofradías que integran Rañeiros en la tarde del pasado viernes. El presidente de la entidad y patrón mayor de A Illa, Juan José Rial Millán, reconocía ayer que “lo que buscamos con esta decisión es que los bancos puedan recuperarse y que no sufran una sobreexplotación durante estos quince días, en los que apenas se va a conseguir comercializar las capturas a un precio digno, por eso optamos por cerrar hasta el 1 de febrero”. La flota continuará trabajando de forma normal hasta el próximo jueves, como una semana laboral normal en el libre marisqueo y sin variar las cuotas de captura. El viernes, que ya no salía a faenar la flota comenzará este paro que se extenderá durante quince días y en el que se decidirá como se reanudará la campaña a partir del día 1 de febrero.

El patrón mayor de A Illa no duda en asegurar que la campaña no ha sido buena hasta el momento, con escasas capturas y precios bastante bajos, a excepción de la etapa navideña, “donde el marisco alcanzó cifras muy importantes, un dato que ha supuesto la salvación del sector en un año pésimo para todos por la pandemia y por la incertidumbre de ir a trabajar sin saber si se venderían las capturas”.

Millán espera que la decisión ofrezca los resultados esperados y se consiga impulsar una campaña que, en los últimos años, no acaba de convertirse en la gran esperanza del sector, sino que se presenta siempre con bancos marisqueros sobreexplotados y con muchos problemas de regeneración de un año para otro. A eso hay que añadir los problemas que, en la última década, ha tenido el berberecho. El producto estrella de Os Lombos do Ulla desapareció casi por completo por causa de la marteilia y, aunque comienza a recuperarse, la capacidad extractiva continúa muy lejos de otras épocas.

La campaña de libre marisqueo comenzó en Arousa el pasado mes de octubre con los pésimos resultados que el sector aguardaba. Un ejemplo de ello fue la primera semana de trabajo en la que las capturas fueron tan bajas que recordaban los años de mayor crisis productiva, cuando el parásito de la Marteilia había esquilmado un banco tan importante como Os Lombos do Ulla. Ahora la situación es igual de inquietante, tanto en ese lugar como en O Bohído, Cabío y demás zonas comunes de la ría arousana. Durante los primeros días de actividad, la flota solo consiguió extraer seis toneladas de bivalvo frente a las 20 del mismo período de trabajo en 2019l, las 19 de 2018 o las 38 con las que arrancó la campaña en 2017. Además de las escasas capturas, los precios tampoco acompañaron, por lo que el sector no tardaría en tomar una decisión al respecto, reduciendo a cuatro los días de trabajo semanales. Esa decisión, la de no trabajar los viernes, tenía como objetivo evitar el colapso de los bancos marisqueros y mantener al alza unos precios que no comenzarían a subir hasta bien entrada la campaña de navidad, sobre todo entre el 20 y el 30 de diciembre del pasado año, con cotizaciones mucho más altas que en años anteriores para algunas especies.

El banco marisquero que más ha soportado el peso de la campaña hasta este momento ha sido el de O Bohído. El triángulo que se forma entre Cambados, Vilanova y A Illa ha soportado a diario medias de más de 300 embarcaciones cuando su capacidad productiva está bastante limitada. Este banco ha sido el que ha tirado un poco de la campaña, porque Os Lombos y Cabío han ofrecido unos resultados pésimos para el sector.

Tras el pésimo arranque de la campaña de libre marisqueo llegaron las restricciones decretadas por Sanidade a causa del avance de la pandemia. Esto supuso un duro golpe para el sector que vio como su trabajo podía devaluarse, o lo que es peor, quedarse sin comercializar ya que los principales clientes, la hostelería, se encuentran cerrados o con restricciones. Por eso el incremento en los precios que se registró durante la Navidad pilló un tanto por sorpresa al sector, que no se esperaba que algunas especies se cotizasen como lo hicieron.

Una mariscadora isleña recupera el Permex en el juzgado

El juzgado de lo Contencioso administrativo de Pontevedra ha anulado la decisión de la Consellería do Mar de retirarle el Permex, un documento que deben renovar cada año con un mínimo de días trabajados. La mujer estuvo de baja laboral hasta el 8 de noviembre de 2017, cuando el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) decidió darle el alta e instarla a trabajar de forma inmediata pese a contar con informes médicos que incidían en los contrario y calificaban la decisión de la administración de precipitada. La mujer presentó un recurso contra esa decisión y aguardó una respuesta que sería negativa. Fue entonces cuando se reincorporó al trabajo. Sin embargo, cuando acudió a renovar el Permex para el año 2019 se encontró con que le era denegar por contar solo con 134 de los 145 días trabajados que necesitaba para renovarle, jornadas que coinciden justo con el mes y medio que duró el recurso. La administración judicial ha anulado la resolución al considerar que el alta médica fue mal concedida. No es la primera vez que se registra una sentencia de estas características en la propia Cofradía de A Illa y en las limítrofes, y en todas ellas, los juzgados acaban dándole la razón a las mariscadoras, de ahí la necesidad de proceder a una regulación de este tipo de situaciones. De hecho, en los pósitos no dudan en reconocer que “se ha obligado a trabajar a mujeres en contra de la opinión de sus médicos, algo que no es justo”.

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