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mirador de lobeira

Dos velocidades de la Justicia

Vilagarcía vuelve a ser la “gran olvidada” en el reparto a discreción de juzgados. Algo que debe atribuirse a alguna falta de entendimiento, de comprensión o bien por puro y rancio despecho ¿Qué es lo que no entienden? ¿Saben lo que es criterio de población o justicia distributiva? Es lamentable que la administración permita que un ciudadano tenga que esperar décadas a que le resuelvan “su asunto”.¿Por qué alientan un servicio de dos velocidades?

Sin mentar a los funcionarios que cumplen unas horas de trabajo y, aunque las estiren, solo pueden resolver lo que humanamente les es posible, ni citar a los profesionales, que si no sacan un procedimiento en un tribunal ya trabajarán más en los otros y así seguirán ganándose la vida, si urge apelar a la razón, no a las de Kant, sino al seso, es decir al sentido común del que tanto se habla para llevar siempre puesta la mascarilla.

O Salnés cuenta con dos partidos judiciales, uno con sede en Cambados y otro en Vilagarcía, con poblaciones similares, unos 60.000 habitantes, que generan idéntico promedio de litigios, como parece lógico pensar y refutan las estadísticas más recientes.

La planta del primero la conforman cuatro juzgados y de la segunda con tres. Las cuentas son simples, a cada sede de Cambados le corresponden 15.000 justiciables, cinco mil menos que a Vilagarcía.

En esa misma proporción entran los casos, con lo cual el lastre implica que todos los años se produzca un desfase que supone que en varias salas de Vilagarcía haya asuntos de hace veinte años. Se pueden poner varios ejemplos que no arrancan ni a la de tres.

El sufridor es el justiciable que a lo mejor se muere sin resolución siquiera sea provisional, aunque a algunos les va maravillosamente el negocio y siguen libres presumiendo de inocencia porque la causa puede acabar en el archivo, como si no hubiera pasado nada ¡Qué honorables!

Pero tiene además otras consecuencias que las comisiones de expertos no quieren ver y eso que son quienes a su vez tramitan los expedientes de traslados, pues muy pocos funcionarios hacen carrera en Vilagarcía, salvo aquel caso de Vázquez Taín por el prurito de perseguir a narcotraficantes en la época dorada de las investigaciones a estas mafias que tan mala fama dan a la ría de Arousa.

En suma, un abandono que supone sobre todo un menosprecio a los vecinos de Vilagarcía, Vilanova, A Illa y Catoira que son los que han de sufrir la lentitud de un sistema judicial que ya de por sí es como un caracol que se arrastra por una empinada montaña.

Una decepción tras otra que las autoridades competentes ni siquiera se dignan a explicar, pues con decir que ipso facto se atienden otras jurisdicciones suponen que ya han cumplido con sus obligaciones.

Olvidar a una parte de Galicia es una discriminación en toda regla y eso se puede engarzar con toda una ristra de comportamientos nada loables, alguno de los cuales aparecen reflejados en los Códigos en vigor.. Por ello, afrontar la creación del cuarto juzgado en la capital arousaa es una misión que compete a todos. Resulta evidenteque la necesidad existe, aunque falte la voluntad.

A estas alturas más bien parece que existen espurias causas ocultas ¿Podría ser un castigo por ser tan pesados al pedirlo? Demasiado infantil el argumento.

¡Déjense ya de desafíos! Es que hasta en los más remotos pueblos tienen su juzgado con todos los medios pese a que sus territorios sufran los efectos de la devastadora España vaciada. Es de Justicia.

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