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Blas Charlín desarrolla en Islas Maldivas un proyecto de desarrollo del fútbol basado en el modelo Celta

El equipo de trabajo de Blas Charlín incluye a siete técnicos gallegos.

Blas Charlín será el encargado de dirigir un ambicioso proyecto para el desarrollo del fútbol en las Islas Maldivas. Una responsabilidad que el entrenador cambadés ha asumido con orgullo y avalado por una trayectoria claramente al alza en países como Angola, México, Rumanía o Dubai.

Blas Charlín, en el Estadio Nacional de Maldivas. | // FDV

El objetivo es encontrar, potenciar y encauzar el talento de los jugadores del país constituido por cerca de 1.200 islas de las cuales aproximadamente 200 están habitadas. La fórmula que se emplea en la cantera del Celta ha convencido de lleno a los responsables del deporte en Maldivas. Incluso las sinergias surgidas con el club vigués también derivaron en un acuerdo de patrocinio que se plasma en las camisetas del equipo capitaneado por Iago Aspas.

Con una amplia experiencia internacional, y sobre todo en implementar estructuras formativas de fútbol, Blas Charlín ha recibido el encargo de Michel Salgado para dirigir la estrategia a seguir. El que fuera lateral derecho de Celta, Real Madrid y la Selección española es quien abandera el sello del fútbol español como sinónimo de garantía formativa. El desarrollo de academias en Dubai e incluso de un club como el Real Hispania, en el que juega Pablo Coira, llevan su firma.

Vamos a crear 18 escuelas. Diez de ellas en Male, la capital, y otras ocho en las diferentes islas

Blas Charlín - Manager del proyecto de desarrollo del fútbol en Islas Maldivas

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Desde hace unos días ya en Maldivas, ahora le toca al grupo de trabajo poner en marcha toda una ingeniería puesta al servicio de la ilusión por convertirse en futbolista de élite en un lugar tan paradisíaco para el disfrute como complicado geográficamente por su multiplicada condición de insularidad. Pese a todo, la ambición del proyecto pasa por tener muy claro los pasos a dar para tejer la red en la que nadie pueda ocultar su proyección para el fútbol.

El primer paso radica en poner en marcha las diferentes escuelas para localizar a los futuribles. Blas Charlín apunta que “vamos a crear 18 escuelas. Diez de ellas en Male, la capital, y otras ocho en las diferentes islas”. De ese primer tamiz por el que quieren hacer pasar al mayor número posible de niños, saldrán los 100 seleccionados para pasar a integrar el centro de alto rendimiento que se está construyendo con el propio Gobierno de Islas Maldivas como catalizador principal.

Con el respaldo de la federación local, antes de que el balón comience a rodar el primer propósito será el de llevar a cabo unos cursos de formación de entrenadores. Concretamente, serán 39 los técnicos locales que formarán un equipo de trabajo junto a los 8 técnicos encabezados por el propio Blas Charlín.

Una vez que las escuelas se pongan en marcha, el siguiente paso en la hoja de ruta es la organización de torneos y campeonatos, pero incluso habrá un más allá. “Con los equipos que formemos en el High Performance Center también queremos competir a nivel internacional, pero sobre todo dotar al fútbol de Islas Maldivas de organización y que en el futuro las ligas nacionales estén formadas por jugadores salidos de nuestra academia”. En este sentido, incluso está prevista la creación de un draft, sistema de elección similar al que se emplea al final del ciclo universitario en Estados Unidos, para que los jugadores de la academia puedan nutrir de manera equilibrada los equipos de la primera liga del país.

Serán 39 los técnicos locales que formarán un equipo de trabajo junto a los 8 técnicos encabezados por el propio Blas Charlín

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Hasta llegar al asentamiento de todo el desarrollo previsto el papel a desempeñar por Blas Charlín jugará un protagonismo fundamental. Además, el cambadés recuerda que “todo arrancó ya hace bastante tiempo. Yo llevo más de un año trabajando y perfilando todos los pasos que queremos dar, pero el tema COVID obligó a ir retrasando todo. Lo cierto es que aquí, en Maldivas, hay que empezar de cero”.

Su bagaje en el extranjero es el aval que garantiza un trabajo serio en Maldivas. Desde 2015, cuando fijó en Angola su desempeño, Blas Charlín ha sido parte fundamental en la puesta en marcha de los proyectos internacionales de la Academia Celta. Todo un máster en desarrollo deportivo que le ha llevado hasta liderar como manager un centro de alto rendimiento en los atolones del Oceano Índico.

“Me siento un privilegiado por ser capaz de trabajar en aquello que me gusta”, afirma un Blas Charlín que no quiere pasar por alto su eterna gratitud a las personas que le han ayudado en su camino. “En mi formación influyó mucho el poder trabajar y aprender de grandes profesionales en todos los ámbitos del mundo del fútbol. Tuve el privilegio de formar parte como jugador de la escuela de fútbol de A Pastora en Cambados, unos avanzados para aquella época a los cuales muchas generaciones de Cambados y alrededores le estamos muy agradecidos. Milo Abilleira en Pontevedra, Toni Cortés, mi mentor y referente, y José Luis Garrido en Angola; Ciprian Jurubescu en Rumanía; Daniel Aniculesei y Miguel Álvarez en México; Iñaki Beni en Dubai y Manu Gómez y todos los profesionales del Celta Academy y Real Club Celta. Estos tres últimos años allí con ellos fue como hacer un máster en formación. Mi trabajo es un mix de todo lo aprendido de estos grandes profesionales.

Le acompañan sus paisanos Ángel Oliveira y Jonathan Ríos

Ángel Oliveira, Blas Charlín y Jonathan Ríos, tras su llegada a Islas Maldivas.

La magnitud de un reto de estas características requiere contar con un equipo de trabajo de confianza. En ello Blas Charlín no tiene ningún género de discusión. Dos excelentes entrenadores y conocedores del fútbol, además de buenos amigos y también cambadeses, como Ángel Oliveira y Jonathan Ríos, no dudaron a la hora de recoger el guante lanzado por Charlín. “Son personas de mi confianza, altamente cualificadas y trabajadoras al 100%. Tengo claro que es muy importante elegir bien a tus compañeros de viaje y Ángel y Jonathan son personas claves también en este proyecto”, aseguró.

Además, sostiene el técnico cambadés que “los entrenadores españoles estamos muy bien vistos y muy bien valorados en el extranjero y es el momento de aprovechar el tirón. Nos valoran por nuestros conocimientos, pero también por nuestro carácter y los valores que implementamos”. Con todo ello y lo atractivo y exótico de la nueva encomienda, Charlín no duda en reconocer que “soy muy cambadés y echo muchísimo de menos vivir allí. Además soy muy familiar y cuanto más conozco del extranjero, más convencido estoy de que no hay comparación posible con la zona donde nos tocó nacer”.

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