Los tres delfines atrapados desde el miércoles en las trampas que se forman en la isla de A Toxa tendrán que ser capturados para poder ser rescatados y devueltos a una zona segura.

Así lo confirmaba esta misma mañana Alfredo López, director de la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos, la encargada de la Red de Varamientos de Galicia.

Este operativo de rescate, que no parece nada sencillo, se desplegará mañana.

Con el círculo rojo, uno de los delfines atrapados. En el negro, una de las personas que se ocupan de vigilarlos de cerca. FdV

El propio director de la Cemma, que ayer explicaba que estaban “intentando reunir medios materiales y humanos, así como los permisos correspondientes”, para hacer realidad el rescate, sostiene ahora que "no queda otra opción que capturar a los delfines para trasladarlos a mano por debajo del puente de A Toxa y devolverlos a una zona segura".

Lo explica al tiempo que insiste en que “no corren ningún peligro, ya que estos días, con mareas muertas, la altura del agua incluso con marea baja les permite seguir moviéndose sin problemas, lo que también es una dificultad añadida a la hora de cogerlos para sacarlos de ahí”.

Lo que ocurre a estos mamíferos marinos, que aparentemente no presentan ningún problema de salud, es que, como en otros casos anteriores, "no se atreven a pasar bajo el puente, ya que lo ven como una especie de muro infranqueable, por eso no saben por dónde salir a mar abierto”.

Esto hace que en ocasiones los delfines mulares (arroaces) o comunes queden varados en las peligrosas “pozas” que se forman en la zona, donde se encuentran los bancos marisqueros de A Vía.

El círculo marca a dos de los delfines atrapados desde ayer. FdV

Otras veces ni siquiera hace falta que baje en exceso el nivel del mar y no son precisas las mareas vivas, ya que quedan atrapados igualmente entre A Toxa y la costa de As Besadas y Ardia (O Grove) sin atreverse a pasar bajo el puente, como sucede ahora, de ahí que por mucha agua que tengan se dediquen a dar vueltas sin cesar y no sepan cómo escapar.

Estos tres ejemplares que mantienen en vilo a la comunidad científica, los ecologistas y vecinos en general aparecieron en la zona el miércoles y siguen allí, dando vueltas sin parar pero sin atreverse a salir bajo el puente.

Un vehículo de Emergencias O Grove, que se encarga de patrullar la zona. FdV

Bruno Díaz López, director del Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares (BDRI), con sede en O Grove, daba cuenta de ello diciendo que se trata de “tres delfines mulares adultos” y que dos de ellos figuran en la base de datos del centro. Son los machos “A2” y “E4”, que “acostumbran a alimentarse de forma bastante regular detrás de la isla de A Toxa”, por lo que se cree que esta vez “el viento les pudo haber jugado una mala pasada”.

En el BDRI, donde confían en que “la experiencia y buen conocimiento de la zona” que tienen estos delfines les permita “encontrar la vía de regreso y rodear la isla de A Toxa”, destacaron la colaboración ciudadana y el papel desempeñado por la Cemma,  cuyos trabajos, unidos a la vigilancia que ejerce el Servicio Municipal de Emergencias de O Grove, así como la presencia de los propios delfines, han llamado poderosamente la atención de numerosos ciudadanos y turistas.

Unos y otros se agolpan sobre el puente de A Toxa para observar de cerca a los mamíferos marinos, con la esperanza de que, más pronto que tarde, puedan salir de la trampa en la que se han metido.