El funcionamiento del programa de compostaje comunitario que se lleva a cabo en el Concello de Valga ofrece una respuesta espectacular por parte del vecindario, como ya se explicó en ocasiones anteriores. La mejor prueba de ello es que los tres centros de compostaje comunitario instalados fueron capaces de tratar 27 toneladas de residuos orgánicos en solo un año, transcurrido desde que se puso en marcha el primero.
Gracias a ello, generaron 5,5 toneladas de abono natural puesto a disposición de todos los vecinos para que puedan utilizarlo en sus huertas y jardines, explican en el gobierno que dirige José María Bello Maneiro.
Es por ello que la Oficina de Compostaxe Municipal de Valga hace un balance altamente positivo, “ya que se sacaron del circuito de recogida de basuras 18.298 kilos de residuos orgánicos que, de otro modo, acabarían en los contenedores de fracción resto”.
Y no solo eso, sino que 8.714 kilos de restos vegetales fueron empleados como estructurante en el proceso de compostaje, evitando así su quema.
Dicho de otro modo, que con esta medida se contribuyó a favorecer la economía circular, a preservar el medio ambiente y a abaratar costes en la gestión de los desperdicios.
Semana Europea de la Prevención de Residuos
Por si estos datos no fueran suficientes para demostrar la importancia de este programa, llevado a cabo en colaboración con la Diputación de Pontevedra, baste decir que sigue ganando adeptos, de ahí que la semana pasada se instalaran nuevos centros en el IES de Valga y la Escola Infantil Municipal, en el marco de las actividades conmemorativas de la Semana Europea da Prevención de Residuos.
Esto demuestra que la comunidad educativa “se convirtió en una comunidad circular en la que todos los residuos orgánicos se gestionan mediante el compostaje”, después de que el CEIP Baño-Xanza diera el primer paso con la instalación del centro comunitario de tratamiento y se instalaran composteros individuales en el colegio Xesús Ferro Couselo y las escuelas del Colexio Rural Agrupado (CRA).
El 4 de noviembre de 2020 empezó a funcinar el primero
Cabe recordar que fue el 4 de noviembre de 2020 cuando se puso en marcha el primer compostero comunitario del Plan Revitaliza, en la avenida de A Coruña.
Esa gestión comunitaria de los biorresiduos a partir de su reciclaje estaba lanzada, y recibió un fuerte respaldo con la apertura de los puntos de compostaje colectiva de la calle Doutor de Oya Salgueiro y en el colegio de Baño, estrenados, respectivamente, en diciembre de 2020 y marzo de este año.
Entre los tres trataron un total de 27.011 kilos de residuos orgánicos y restos vegetales, de los cuales correspondieron al primero de ellos 9.521 kilos de materia orgánica y 4.534 de fracción vegetal, lo cual permitió obtener 2.987 kilos de compost.
El compostero comunitario de Doutor de Oya Salgueiro consiguió, en once meses de servicio 1.638 kilos de abono natural, lo cual fue posible después de tratar 5.222 kilogramos de restos orgánicos y 2.487 de residuos vegetales.
Por último, el centro de compostaje del CEIP Baño-Xanza, en el que se tratan los restos orgánicos procedentes del comedor escolar, fue capaz de tratar 5.247 kilos de residuos, y eso que solo funcionó desde marzo, cuando se puso en funcionamiento, hasta junio, cuando finalizó el curso escolar. Fueron, más concretamente, 3.555 kilos de materia orgánica y 1.693 de restos vegetales.
En próximas semanas se hará balance de los resultados de ese mismo compostero desde septiembre, cuando se retomaron las clases y entró de nuevo en funcionamiento.
El Concello quiere más
Para seguir avanzando en este ambicioso programa de gestión, el Concello de Valga anima a incorporarse al mismo a los vecinos que aún no lo hicieron, informándoles de que si quieren apostar por el compostaje de forma colectiva solo tienen que plantear su propuesta.
Por último, y en relación con el compostaje doméstico, el Concello recuerda que ya ha repartido entre los vecinos un millar de composteros individuales. Y los maestros composteros han constatado en las visitas a domicilio que “en prácticamente todos ellos se están gestionando los residuos orgánicos, y aquellos que no lo están es porque el propietario dispone de algún compostero artesanal que aún no está lleno”.
