La campaña de extracción de la cría o semilla de mejillón comenzó ayer, y con ella, la llamada “guerra de la mejilla”. Lo hizo de la peor forma posible, con un naufragio en el que se vieron implicados cuatro bateeiros de Vilanova que, afortunada y casi milagrosamente, salvaron sus vidas.

Ya se había advertido de que esta temporada de recolección va a ser más tensa de lo que suele ser habitual, y casi nadie a estas alturas duda de que mejilloneros y percebeiros acabarán enfrentándose nuevamente.

Lo que pocos podían imaginar, por mucho que se teman fuertes altercados e incluso se organicen misiones de sabotaje en las rocas y bateas, es que la “guerra de la mejilla” iba a estrenarse así, con un accidente marítimo que los bateeiros relacionan directamente con la decisión de la Consellería do Mar de recortarles zonas de extracción de cría para dárselas a los percebeiros.

“Si nos limitan las zonas de trabajo tendremos que ir a la mejilla incluso arriesgando nuestras vidas cuando haga mal tiempo, por eso la Consellería será la responsable si hay alguna desgracia que lamentar, tanto si es por un naufragio como por los enfrentamientos que pueden producirse en las rocas”, reflexionan los productores.

Algunos de los máximos exponentes del sector bateeiro, ayer.

Algunos de los máximos exponentes del sector bateeiro, ayer. M. MÉNDEZ

De ahí la importancia de la reunión de urgencia mantenida ayer por el “núcleo duro” del sector. Tuvo lugar en el edificio Mexillón de Galicia, en Vilagarcía, y sirvió para que los bateeiros mostraran su “absoluta indignación” con la Consellería y su titular, Rosa Quintana.

Si nos limitan las zonas de trabajo tendremos que ir a la mejilla incluso arriesgando nuestras vidas cuando haga mal tiempo, por eso la Consellería será la responsable si hay alguna desgracia que lamentar

No solo eso, sino que los pesos pesados del mejillón trazaron la que será su estrategia a partir de ahora y volvieron a reinvindicar el derecho que les asiste por ley a recoger cría en el litoral gallego.

De este modo insisten en que los percebeiros que se lo impiden “lo único que buscan es recoger ellos mismos la semilla para después vendérnosla, por eso cuando el saco de cría se pagaba a 15 euros nadie quería apañarla, y ahora que se vende a 50, las cofradías y la Xunta quieren chantajearnos para vendernos lo que ya es nuestro”.

Una lancha de apenas 6 metros y 50 caballos

Manuel Núñez Vidal, su padre y dos tripulantes más son los cuatro bateeiros que ayer naufragaron en la ría de Muros-Noia cuando se disponían a recoger mejilla a bordo de una planeadora de apenas seis metros de eslora.

Al filo de las ocho de la mañana el helicóptero Pesca 1, de Gardacostas de Galicia, despegaba desde su base en Peinador (Vigo) para intervenir en el suceso, ocurrido a la altura de la costa de Castro Baroña, en Porto do Son.

Ya en el lugar, la aeronave recibió aviso para que emprendiera el viaje de regreso a base, tras constatarse que los tripulantes ya no corrían peligro.

Su lancha quedó varada sobre unas rocas y, afortunadamente, el naufragio se limitó a un buen susto.

Se trata de la planeadora “Nereida”, matriculada en Vilanova y construida en poliéster en 2008. Está dotada con un motor de 50 caballos de potencia.

En la reunión de ayer, con una veintena de destacados dirigentes del sector llegados de las dos provincias atlánticas, también se repitieron los argumentos manejados el día anterior por el Consello Regulador Mexillón de Galicia, en el sentido de que “no hay que dejarse amedrentar” y “no puede dejarse la cría en manos de las mismas cofradías que, por su incapacidad, se han cargado el marisqueo en Galicia; las mismas que no dejan de perder ingresos por no saber gestionar sus concesiones y no entender que el mar hay que cuidarlo como si fuera una leira”.

Algunos de los representantes del sector participantes. M. MÉNDEZ

De este modo, los bateeiros apelan a su experiencia en el sector de la acuicultura y a la necesidad de seguir disponiendo libremente de la mejilla precisa para mantenerse como potencia mundial.

Y volvieron a recordárselo ayer a la titular de Mar, Rosa Quintana, animándola a “buscar la vía del diálogo” y “rectificar” la decisión que tomó su departamento en el sentido de establecer más de un centenar de zonas de exclusión en las que se prohibe extraer mejilla, pertenecientes a las cofradías de A Guarda, Cangas, Bueu y O Grove.

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Así recolectan mejilla los bateeiros de Arousa

“La conselleira dice que no va a rectificar nada y se mantiene en una posición absurda que lo único que consigue es enfrentarnos a unos con los otros y torpedear por completo el clima de entendimiento que, a pesar de las discrepancias, siempre nos permitió trabajar a todos”, manifiestan los mejilloneros.

Algunos la acusan de “propiciar intencionadamente el enfrentamiento entre cofradías y sector bateeiro”, por lo que llegan a pedirle que dimita.

“Aunque no parece que le preocupe mucho porque sabe que su trayectoria política ha terminado”, espetan los dirigentes de diferentes asociaciones de productores.

Así recolectan mejilla los bateeiros de Arousa

Así recolectan mejilla los bateeiros de Arousa I. ABELLA

Manuel Núñez Vidal, patrón de la lancha que naufragó: “Si nos meten a todos en un avispero y nos dejan solo el 20% de la superficie que teníamos debemos trabajar, aunque sea un peligro”

Manuel Núñez Vidal tiene 43 años. Es el bateeiro de A Illa que ayer patroneaba la lancha “Nereida” cuando sufrió un fuerte golpe de mar que la hizo encallar con unas rocas en Castro Baroña (Porto do Son). Con él viajaban su padre, de 61 años y dos tripulantes, de 42 y 45. Los cuatro pudieron haber perdido la vida en este accidente marítimo ocurrido pasadas las siete de la mañana. Pero se salvaron, aunque fuera milagrosamente.

Manuel Núñez Vidal.

Por la tarde, ya desde casa y aún reponiéndose del “terrible susto”, Manuel Núñez reflexionaba sobre lo sucedido y relacionaba este naufragio con la “guerra de la mejilla”.

Mejor dicho, lo vinculaba a la decisión de la Consellería do Mar en el sentido de recortar las zonas de trabajo para que los bateeiros puedan recolectar la cría que necesitan para encordar sus bateas.

De forma muy gráfica, este náufrago vilanovés explicaba: “Si nos quitan el 80% de las zonas de recolección es que solo nos dejan un 20% para que recojamos toda la mejilla necesaria para 3.300 bateas, y esto significa que nos están metiendo a todos en un avispero”.

Con la decisión tomada por la Xunta para ayudar a las cofradías de los percebeiros nos están obligando a arriesgar en exceso

Lo peor de todo es que “si antes la campaña se prolongaba hasta abril o mayo, ahora va a terminar mucho antes porque al tener un espacio tan reducido para todos se agotará la mejilla enseguida, por eso tenemos que ir a trabajar desde ya y arriesgar nuestras vidas, por muy mal que esté el mar”.

Dicho de otro modo, que “con la decisión tomada por la Xunta para ayudar a las cofradías de los percebeiros nos están obligando a arriesgar en exceso”, proclama.

Y eso es lo que sucedió ayer: el mar no estaba en condiciones de trabajar en una planeadora de 5,60 metros de eslora acercándose peligrosamente a las rocas para saltar sobre ellas y recolectar mejilla.

“Cuando llegamos vimos que las condiciones del mar no eran buenas, porque era de ese mar que te enrolla y no te suelta, por lo que decidimos suspender la operación y en lugar de acercarnos a la roca en la planeadora, optamos por intentarlo desde tierra”, relata el patrón.

La planeadora "Nereida". FdV

Fue en ese instante, al disponerse a abandonar el lugar, cuando “una gran ola nos atrapó y el golpe partió el timón, dejándonos sin gobierno y empujándonos sobre las piedras”.

Lo que hizo Manuel Núñez Vidal en ese instante fue ordenar a su padre y los dos tripulantes que saltaran al agua y se pusieran a salvo en tierra, mientras él permanecía a bordo intentado salvar la planeadora.

Incluso largó el rizón para ponerla de proa, pero pronto se llenó de agua, por lo que resultaba del todo imposible.

Una gran ola nos atrapó y el golpe partió el timón, dejándonos sin gobierno y empujándonos sobre las piedras

El patrón consiguió coger su teléfono para llamar al 112 y alertó por radio, de ahí que hasta el lugar se acercaran tanto el helicóptero Pesca 1 como una lancha de Salvamento, Protección Civil y Guardia Civil.

También diferentes naves de pesca y acuicultura, entre las que estaba la planeadora del patrón mayor de Porto do Son, que es la que ayudó a remolcar la lancha siniestrada.

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