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Los grandes bancos de libre marisqueo de Arousa cierran por la caída de los precios

Rañeiros acuerda suspender la extracción en Os Lombos, O Bohído y Cabío hasta el día 24 de enero

Embarcaciones trabajando en el libre marisqueo, en O Bohído. | // NOÉ PARGA

La organización Rañeiros ha acordado suspender durante las dos próximas semanas la extracción en los tres grandes bancos del libre marisqueo a flote de la ría de Arousa, como son los de Os Lombos, O Bohído y Cabío. Hay dos razones principales tras esta decisión: el descalabro de los precios de los bivalvos que se está produciendo desde el inicio de las fiestas de Navidad; y la escasa producción que están mostrando estas zonas. Así, se les dará ahora un descanso extractivo de dos semanas, y durante este tiempo, la flota podrá trabajar en sus concesiones propias o en los bancos más pequeños del marisqueo libre.

Las cofradías que participan en Rañeiros, organización que gestiona estas zonas extractivas por encomienda de la Consellería do Mar, han acordado el cese temporal puesto que es previsible que la cotización de los bivalvos se desplome aún más en los próximos días, una vez que terminen todas las celebraciones navideñas y empiece la temida “cuesta de enero”. Por ello, entienden que carece de sentido en estos momentos sacrificar el poco marisco que queda en las concesiones comunes para después malvenderlo en las lonjas.

Algunas agrupaciones de mariscadoras a pie también han cancelado jornadas de trabajo en las últimas semanas debido precisamente al bajo precio de especies como la almeja y el berberecho. En vísperas de la Navidad, la cotización era más que aceptable, pero se hundió repentinamente durante las fiestas. Las primeras subastas del año, celebradas esta semana, no mostraron la recuperación que ansiaba el sector, de ahí que haya cundido el desánimo y la incertidumbre.

La desilusión de los precios

Los precios bajos actuales podrían deberse a una confluencia de factores. Recientemente, el secretario general de la Asociación Galega de Depuradores (Agade), Juan Carlos Maneiro, citó algunos de ellos, como el abrupto estallido de la sexta ola de COVID, o el hecho de que, “nos encontramos en un momento de gran incertidumbre económica”. Eso, unido a la galopante inflación, que ha hecho que los precios de la alimentación se hayan disparado en los últimos meses, ha provocado que, “las familias se retraigan a la hora de consumir”.

Por si esto no fuese suficiente, Maneiro cita también la baja producción actual de las concesiones marisqueras gallegas, que ha empujado a los mercados centrales a abastecerse, “en otros destinos de las cantidades que preveían que iban a necesitar”.

Para finalizar, desde Agade se apela también a la anunciada huelga del transporte por carretera, que hizo que más de un distribuidor comprase marisco con antelación por temor a quedarse sin él en plenas fiestas.

La agonía productiva

La campaña en el libre marisqueo está siendo mala, y de hecho apenas se han extraído 45 toneladas de producto en diez semanas, frente a las 300 o 400 que podían recogerse en el mismo periodo en los años de esplendor de estos espacios marisqueros comunes.

Una consecuencia de ello ha sido que cada vez eran menos los mariscadores que estaban yendo a faenar a estas concesiones, hasta el extremo de que ha habido jornadas de apenas 150 barcos, muy lejos de los 500 o 600 que podrían hacerlo en una sola mañana cuando estos bancos sí funcionaban. Hubo días en Os Lombos con solo 25 embarcaciones. Esta zona, que en el pasado fue una de las joyas de la corona del marisqueo a flote en la ría de Arousa, solo dio esta temporada 98 kilos de berberecho, 38 de almeja fina, 151 de japónica y un kilo de babosa.

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